Isabel Bonig pasó ayer el primer trámite en su lucha por revalidar el liderazgo del PP. Registró su candidatura para ocupar otra vez la presidencia con el respaldo de 7.000 avales, unos 2.700 de ellos procedentes de Alicante, entre los que figuran los de los principales referentes institucionales del partido. José Luis Bayo, antiguo dirigente de Nuevas Generaciones y aspirante alternativo, finalmente, también se presentó en la sede regional del PP acompañado de 203 firmas, por encima del listón de 90 que le concede la posibilidad de ser candidato y enfrentarse a Bonig en la votación en urna prevista para el próximo 13 de marzo antes del congreso regional del 1 y 2 de abril. Un proceso, sin embargo, en el que se certifica la indiferencia de los militantes del PP. Aunque los datos oficiales no se harán públicos hasta mañana, en principio las fichas recabadas en las sedes provinciales apuntan que se han inscrito un total de 7.000 militantes que deben abonar la cuota de 25 euros frente a los 150.000 afiliados del PPCV. Apenas un 5% del censo declarado por los populares.

Tras registrar sus avales, Bonig se mostró convencida de que este proceso supondrá «un revulsivo para el partido» y la «reactivación de las sedes», aunque reconoció que le habría gustado disponer de más tiempo y sosiego, ya que «ha sido la dirección nacional la que ha marcado los tiempos». «Gracias a las tres direcciones provinciales y a todos los que han avalado la candidatura por volcarse en un proceso que no es fácil, que es novedoso, ya que por primera vez el PP valenciano va a elegir a su presidente», señaló. «Hay una movilización sin precedentes en el partido, espero estar a la altura. La gente tiene ganas de participar y espero que ningún partido de la izquierda nos diga que el PP no es democrático, porque lo somos tanto como cualquier otro, un partido de gobierno que saldrá reforzado con el objetivo de recuperar la Generalitat, ayuntamientos y la Diputación de Valencia», agregó Bonig.

A su juicio, «no hay que temer a la democracia», a lo que añadió: «Quienes hemos encabezado listas no tenemos miedo. Es un proceso abierto y libre, y quien quiera optar a la presidencia solo tiene que reunir 90 avales; este es uno de los partidos que menos requisitos pide». Pese a los niveles de moderada participación, Isabel Bonig se mostró convencida de que «va a votar mucha más gente de la que votó, vía compromisarios, en los anteriores congresos. En el último fueron 950», agregó Bonig sobre el congreso celebrado en el Adda de Alicante, aunque advirtió de que «votar es un derecho, no una obligación». «No depende de nosotros, sino de lo que la gente quiera hacer», señaló la dirigente popular en su presentación.

José Luís Bayo, por su parte y tras registrar un total de 203 avales para formalizar su candidatura al congreso regional, denunció «dificultades, amenazas y presiones por parte de algunos miembros del comité organizador» durante la recogida de esos apoyos. En declaraciones a los medios, Bayo aseguró que un miembro de este organismo -del que no ha querido desvelar el nombre- «presionó a una persona a través de su mujer, porque trabaja en una entidad pública, y le dijo que tuviese cuidado con lo que hacía porque podía tener represalias».

El aspirante calificó de «inadmisible» esta cuestión y precisó que el firmante «rehusó» poner una denuncia, apuntó que estos hechos se han puesto en conocimiento de la dirección nacional del PP, «que abrirá las diligencias que crea». «Hemos tenido dificultades, amenazas y presiones por parte de algunos miembros del comité organizador, que debería estar velando por la certeza jurídica y la transparencia del proceso, y ante esas presiones algunas personas hemos optado por presentar cuantos menos avales posibles», ya que, según ha explicado, «sabemos que nos van a poner algún impedimento en algún aval».