Reelegido como presidente del PP por aclamación
Presidir este partido en la provincia de Alicante, donde tiene mucha implantación y fuerza es algo que enorgullece a cualquiera de los afiliados. Estos últimos cuatro años han sido una experiencia muy bonita, con momentos gratos y otros difíciles, pero ver cómo funciona desde dentro un partido de la envergadura del PP en Alicante y poder dirigir los pasos que se tenían que dar en una coyuntura económica y social muy complicada ha sido toda una experiencia de la que me enorgullezco.
¿Esperaba ser candidato único?
Sinceramente, durante muchos momentos y meses, prácticamente desde que iniciamos la lucha para que en este partido se abriese la máxima de un afiliado, un voto, pensaba que tendría un candidato enfrente. Pero finalmente no ha sido así y eso me dice que algo estaremos haciendo bien cuando el conjunto de los afiliados confía no solo en el presidente, sino en todo el equipo que ha dirigido el partido en los últimos cinco años.
¿Cuándo tomó la decisión de optar a un nuevo mandato?
La tomé a principios de año de manera definitiva, durante el congreso nacional. Allí se disipó cualquier duda. Si tenía alguna era porque no sabía cuándo se iba a celebrar este congreso (el provincial) dada la incertidumbre política que había en España con repeticiones de elecciones generales y de la tardanza en formar gobierno. Eso impedía poder celebrar los congresos del PP. El mandato eran cuatro años y vamos ya casi por cinco. Esa incertidumbre era un poco por lo que no acababa de decidirme. Cuando se despejó el panorama político a nivel nacional, tomé la decisión.
Ahora deberá afrontar retos de calibre con el partido en la oposición en grandes ayuntamientos como los de Alicante o Elche, y la propia Generalitat.
Los retos los afrontamos con optimismo. Es verdad que hemos celebrado un congreso como no sucedía en muchos años, desde la oposición, y eso implica que no tenemos que ir a mantener, sino a reconquistar, y que la estrategia tiene que ser diferente. Después de dos años de las elecciones municipales y autonómicas, lo que estamos viendo en la calle es cada vez más confianza hacia el PP. Eso nos da mucha moral. Vamos a convocar inmediatamente los congresos locales, cerrar la estructura local antes del 31 de julio y a partir del 1 de septiembre empezamos municipio por municipio con estrategias de cara a las próximas elecciones de 2019. Y como anuncié el sábado en el congreso, vamos a celebrar una gran convención abierta en 2018 para poner el partido a punto de cara a esas elecciones.
Centrándonos en su ejecutiva provincial, finalmente ha decidido «premiar» a sus dos más estrechos colaboradores, Eduardo Dolón y Rafael Candela
Hay que pensar que en julio de 2015, cuando Isabel Bonig tomó las riendas del PPCV, personas clave en la estructura provincial pasaron a la regional (Eva Ortiz y José Juan Zaplana). Eso conllevó que tuviéramos que reestructurarnos. Las cosas han funcionado bien y por eso no se han cambiado.
Y César Sánchez entra como miembro nato en el comité de dirección.
Siempre hemos dicho que teníamos que funcionar como un equipo. Esto va a seguir así, pero para intensificar el equipo hemos considerado necesario que César esté con nosotros en el comité de dirección, donde se toman decisiones importantes para la estructura del partido.
¿Qué tal es la relación entre ustedes?
Buenísima y con tendencia a mejorar. Hablamos todos los días, como es lógico.
Junto a la renovación de la ejecutiva provincial, el congreso de este sábado estuvo marcado por las críticas a la Generalitat y los elogios a la Diputación. ¿Tan mal lo está haciendo el Consell y tan bien la institución provincial?
Las cosas podían funcionar muchísimo mejor y podría haber una colaboración mucho más fluida si no se empeñasen desde el Palau de la Generalitat en crear problemas donde no los hay. La Constitución es muy clara, igual que la Ley de Bases de Régimen Local, que determina cuáles son las competencias de las diputaciones. Se trata de que cada uno ejerza sus competencias, no de quitar las que no son tuyas. Me consta, porque va en su forma de ser, que César Sánchez quiere diálogo, coordinación y colaboración. Pero si enfrente están sacando decretos que quieren tu dinero o competencias que son de la Diputación, te tienes que defender.
¿La Diputación no se ha inmiscuido ahora en las competencias del Consell al presentar un recurso contra el plurilingüismo?
El recurso no es por un tema de competencias, sino de defensa de los intereses de los alicantinos. En el momento en que el TSJ ha tomado una medida tan excepcional como la suspensión cautelar de un decreto es porque reconoce a la Diputación toda la legitimación del mundo para poder recurrir. Está defendiendo los intereses de los padres.
Y usted como valencianoparlante, ¿no cree que se debe potenciar la lengua propia en los centros educativos?
He estado en un gobierno que ha potenciado el valenciano en las escuelas y fuera de ellas. Se puede potenciar y defender de muchas maneras. Yo soy valencianoparlante y es la lengua que hablo habitualmente. Soy el primero que cree que como lengua autóctona hay que potenciarla y promocionarla. Pero sin necesidad de discriminar a ciudadanos que son solo castellanoparlantes. Pedimos que haya libertad. Quiero recordar que en los años de gobierno del PP se han creado muchísimas más líneas en valenciano que en castellano.
Y como exconseller de Educación y presidente provincial del partido en Alicante, ¿se compromete a recuperar todos los conciertos educativos que el actual Consell está suprimiendo?
Fui conseller de Educación solo seis meses (risas). De hecho, nadie se acuerda. Respecto a la pregunta, por supuesto. Totalmente. Isabel Bonig ha dicho que lo va a hacer y José Císcar está de acuerdo con esa medida al mil por cien. Pero por una razón sencilla. Hay un derecho fundamental a la libertad educativa. Hay que facilitar en la medida de lo posible que cada padre pueda decidir el colegio y el tipo de educación que quiere para sus hijos. La realidad de la demanda social en esta Comunidad es que en la concertada solo el 2% de las plazas se quedan sin ocupar, mientras en la pública el porcentaje es del 25%. La obligación legal es respetar esa demanda social.
Hábleme de usted. ¿El tren de presidir la Diputación ya pasó?
El tren lo conduce ahora magníficamente bien César Sánchez. Mientras él quiera será siendo el maquinista.
Dos años después, ¿puede arrojar al fin luz sobre lo que pasó? ¿El veto se debió al resentimiento de un dirigente de C's (Emigdio Tormo)?
Tomamos la decisión de poner el proyecto del PP por encima de las personas. Consideré que tenía que dar un paso atrás porque en la Diputación tenía que gobernar el PP. Insisto, estoy muy contento con la labor que está realizando César Sánchez y todos los diputados provinciales.
¿Dónde se ve José Císcar dentro de dos años?
En lo que ha sido elegido. Presidente provincial y ayudando a los míos a intentar ganar la mayoría de municipios en 2019, recuperar la Generalitat y sobre todo trabajar por el bienestar de los ciudadanos.
¿Pero le gustaría asumir una cartera en el Consell?
En política tengo la costumbre de ir paso a paso, no hacer grandes planificaciones a futuro, sino trabajar donde estoy.
Como presidente del PP, ¿cómo explica el maltrato sistemático que sufre Alicante por parte del Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado?
Ya hemos dicho que consideramos que la provincia ha de tener más inversiones. Se está trabajando con el Gobierno para que en los próximos Presupuestos lleguen más. Pero al mismo tiempo hemos dicho que en estos Presupuestos destina a la Comunidad 850 millones más para políticas sociales. Tampoco hay que perder de vista que estas cuentas son para seis meses. Por muchas actuaciones que pusieras para licitar, adjudicar y contratar, no hay tiempo material.
Usted fue conseller en el Ejecutivo que cerró Ràdio Televisió Valenciana. ¿Qué le parece que ahora el nuevo Consell esté a punto de reabrirla?
Fue una decisión muy dura...
¿Se tomó en Madrid?
No, en la Generalitat. En el Palau. Fue muy dura, pero estábamos en una situación económica insostenible, con más de 1.600 trabajadores. Eso no se podía mantener. Recientemente, una sentencia de la Audiencia Nacional clarifica enormemente por qué se tuvo que tomar esa decisión. Nosotros hemos defendido que tiene que haber una televisión en valenciano, pero cuando se pueda. Y se tiene que construir con unas bases muy sólidas. Por eso, en estos momentos no puede ser que se esté hablando de 500 trabajadores. No nos lo podemos permitir. Las listas de espera en Sanidad están creciendo, no se están quitando barracones de los colegios, la dependencia lleva retrasos en los pagos... Hay otras prioridades.
