La ponencia que se debatirá en el congreso provincial del PP del próximo 18 de julio reaviva el debate de la vertebración autonómica y alimenta el discurso de la discriminación con València. El último bloque del documento estratégico del PP para el próximo ciclo electoral reabre el conflicto del encaje de Alicante en la Comunidad. Un proyecto al que los populares muestran su lealtad aunque exigen un papel mucho más importante de la provincia en su diseño. Piden los populares, justo ahora que la Generalitat ha decidido por primera vez en la historia el autogobierno instalar una conselleria con sede en Alicante, un proceso de descentralización frente a un Botànic que, conforme al relato de la ponencia, aglutina todas las competencias en València.
El documento ya está en poder de los 1.020 compromisarios que tienen derecho a voto en este congreso para el trámite de enmiendas, según explicó el senador ilicitano Pablo Ruz durante la presentación del texto en un acto que celebró en la sede provincial de PP junto a María Gómez, diputada provincial y alcaldesa de Almoradí. Ambos son los coautores de un texto muy prolijo, cerca de 60 páginas, que, como ya adelantó este periódico, exprime al máximo la carta de «alicantinizar» el cónclave que elegirá a Carlos Mazón como presidente provincial del PP. Una maninobra que acaba con una década de bicefalia en las filas populares y que retorna a la organización a la estructura que mejor le funcionó. Unir en una sola figura el poder institucional ubicado, en este caso, en la Diputación, con el mando de la sala de máquinas popular.
El hilo del mensaje imprime un perfil muy alicantinista al mensaje del PP aunque nunca corta amarras con València «Exaltamos el proyecto autonómco pero desde la exigencia y la reivindicación», apuntó Ruz. «Este Consell no cumple con Alicante», explicitó el senador. «La Generalitat presidida por el socialista Ximo Puig «no ha construido ni un colegio nuevo, salvo Rojales, ni un centro de salud, menos en Aspe, trata de imponer por narices a una parte de la provincia el valenciano y atenta contra la colaboración público-privada con la reversión del Hospital de Torrevieja», remachó el también edil ilicitano. «Ser alicantinos es nuestra forma de ser valenciano», reivindica el documento que pide trato justo para Alicante desde la administración autonómica. Junto a un mayor espacio de decisión para la provincia y a la apertura de un proceso de descentralización, el documento exige un reparto inversor de la Generalitat en pie de igualdad con València y Castellón, defensa clara del Tajo-Segura, rebajar la política lingüística en la provincia, más ayudas por la DANA o acelerar la construcción de escuelas. Un memorial de reivindicaciones que la ponencia entrega para su defensaa la Diputación, clave para Mazón y para todo el PP.
Los populares dan por cerrada la etapa de la corrupción y se declaran «ejemplares»
El PP sufrió en 2015 una derrota electoral sin paliativos que le llevó a la oposición en las principales instituciones de la Comunidad Valenciana después de dos décadas de una hegemonía casi absoluta. En las elecciones autonómicas, los resultados todavía fueron peores hace ahora un año cuando el PP se quedó con el grupo parlamentario más reducido que ha tenido nunca en las Cortes Valencianas. La resistencia en Alicante, junto a algunos municipios, se ha concentrado en la Diputación, la principal institución que los populares han logrado retener en este tiempo. La factura de las investigaciones por corrupción durante la última etapa en el Consell tuvo, claramente, un coste enorme en los resultados. Un impacto del que, a día de hoy, el PP aún no se ha recuperado. La ponencia para este congreso intenta dar por cerrada aquella época y vende una organización renovada desde la «ejemplaridad».
Dos semanas para debatir cambios en el documento
La presentación de la ponencia del próximo congreso provincial del PP a cargo del ilicitano Pablo Ruz y de la alcaldesa de Almoradí, María Gómez, supone el punto de partida de un debate de dos semanas sobre este documento. Durante los próximos días, los compromisarios podrán presentar enmiendas con sus propuestas. Los ponentes integrarán todo aquello sobre lo que haya un acuerdo previo debate con cada compromisario. Aquellos puntos sobre los que no se llegue a un acercamiento, quedarán «vivos» para su votación en el congreso y tendrán que discutirse en el plenario convocado el 18 de julio en el Adda.
