La bronca por las ayudas nominativas de la Diputación de Alicante se repite como un mal endémico del que difícilmente se puede salir. Si en los últimos cuatro años, el diputado del PP Alejandro Morant ha estado en el foco de la polémica por la arbitrariedad en el reparto de los recursos públicos a su municipio, ahora el PP se ha echado a un lado para comprobar cómo el PSOE y Compromís abren un frente en forma de tormenta política por los criterios que se aplican en las comúnmente conocidas como inversiones «a dedo».

El secretario general de los socialistas en la provincia y alcalde de Xàbia, José Chulvi, presionó ayer a Compromís para que retire el recurso de reposición interpuesto ante la modificación del presupuesto de la institución para sacar adelante siete planes especiales que van a parar a pueblos gobernados por PP y PSOE, entre ellos Xàbia. Se trata de actuaciones que por su elevado presupuesto no formaron parte del plan de inversiones 2019 y que ahora se desbloquean, en lugar de haberse sumado al conocido Plan Planifica como el resto de los municipios.

En lo referente a las ayudas nominativas, la institución provincial no ha conseguido trazar un cortafuegos con la etapa anterior, con César Sánchez como presidente. Pero ahora la fisonomía de este episodio ha cambiado y tienen nuevos protagonistas. PSOE y Compromís aumentaron ayer las revoluciones eligiendo una crisis muy sensible como campo de batalla. La base sobre la que la coalición argumenta su relato es el trato diferencial que han tenido siete pueblos, en base a una modificación de crédito aprobada en agosto por parte de PP, PSOE y Ciudadanos. Estas obras se llevarán a cabo en Finestrat, Redován (gobernados por el PP), Xàbia, Los Montesinos, Pego, Rafal, Redován y Tibi (los cinco en manos del PSOE). Los valencianistas, jugando también su baza para visibilizarse ante el PSOE, denuncian que Xàbia recibirá 950.000 euros a través de este plan cuando le hubiese correspondido 507.000 euros de haberse sumado al Planifica como el resto de municipios. Por contra, un municipio como Dénia con mayor densidad poblacional recibirá 730.000 euros. Estas acusaciones del portavoz, Gerard Fullana, se convirtieron ayer en el runrún que recorría los despachos del Palacio Provincial al ver cómo los grupos que gobiernan el Botànic se echaban los trastos a la cabeza en la Diputación. Fullana metió el dedo en la llaga en un asunto que para los socialistas resulta muy importante y, con ello, Chulvi reaccionó rápidamente y convocó ayer a la junta de portavoces de Xàbia para estudiar las repercusiones que puede tener el recurso de reposición en la construcción de su pabellón polideportivo, amenazando con presentar una declaración institucional el próximo lunes e insistiendo en que Xàbia ya ha renunciado al Planifica durante cuatro años para poder recibir este montante. «Este recurso puede ralentizar la tramitación de este proyecto», aseguró ayer Chulvi, pidiendo a Compromís que sea sensible con las necesidades del municipio. A lo largo de la mañana, la polvareda fue a más y también la voz del portavoz del PSOE en la Diputación, Toni Francés, se alzó con dureza: «Estos pueblos no habían recibido nada» y, por lo tanto, «eran obras pendientes». Fullana se mantuvo firme al denunciar el agravio comparativo perpetrado «mientras las comarcas alicantinas siguen esperando las ayudas pendientes de la Diputación», insistiendo en que, mientras no se apruebe el dinero ordinario por población y criterios objetivos, «no habrá caprichos».