Los pequeños municipios alicantinos han recibido 18 millones de euros menos con el sistema de reparto del Fondo de Cooperación del Consell que con el plan de inversiones financieramente sostenibles que ha aprobado la Diputación de Alicante en los últimos cuatro años. Estos son los datos que maneja el equipo de gobierno en el Palacio Provincial, formado por PP y Ciudadanos, y que va a utilizar para justificar su postura de no adhesión al programa autonómico y para defender su propuesta a la hora de sacar adelante un plan alternativo. Si hace unos días el Consell denunciaba que el boicot de la Diputación durante estos años ha dejado a los municipios alicantinos sin percibir 55 millones de euros de este fondo, ahora es la Diputación la que utiliza otras cifras para alimentar la espiral de tensión que mantienen las dos instituciones. La Generalitat y la Diputación acumulan tantos desencuentros que la posibilidad de que echen a andar en la misma dirección parece ya muy remota.

Tras haber trazado una salida propia a través de un nuevo plan de 30 millones anuales que también incluye gasto corriente, Carlos Mazón, con el apoyo de su socio de gobierno, va a centrar su discurso en defender que el modelo de distribución que fija el Consell permite que llegue menos dinero a los pueblos que no superan los 5.000 habitantes, y que tienen más dificultades económicas y, de hecho, invitará a Ximo Puig a sumarse a las condiciones de reparto que establece la Diputación en este nuevo programa para repartir sus propias ayudas entre los municipios alicantinos,mientras denuncia que los mayores ingresos del Fondo de Cooperación se corresponden con las ciudades de más población de la provincia, como Alicante o Elche.

Pese a que el programa del Consell incluye el criterio poblacional y una inversión complementaria por este concepto, la inyección económica que realiza la Diputación de Alicante desde el año 2016 a través de sus remanentes de tesorería para subvenciones condicionadas a obras financieramente sostenibles ha sido superior. El municipio de Penàguila, con unos 300 habitantes, ha recibido 25.000 euros del Fondo de Cooperación, mientras el plan ejecutado por la Diputación le ha asignado 87.000 euros. Algo similar ocurre en Planes, con 700 habitantes, cuyo Ayuntamiento ha percibido 48.000 euros del programa de la Generalitat frente a los 99.000 de la Diputación. Son dos ejemplos de los 84 municipios de menos de 5.000 habitantes que han recibido estos recursos que César Sánchez aprobó tras negarse a aportar 13,7 millones del Fondo de Cooperación que puso en marcha la Generalitat en el año 2017. Tras cuatro años de negativas, ahora el PP y Ciudadanos van a encrudecer esta batalla política negando que las provincias de Valencia y Castellón hayan recibido el doble de dinero que Alicante al sumarse ambas diputaciones al citado fondo. Según sostienen, tanto el plan que han desarrollado en los últimos años como el nuevo que pretenden agilizar para la próxima anualidad atenderá las necesidades de los municipios, especialmente de los más pequeños, es decir, de aquellos que requieren de la Diputación para garantizar la igualdad de oportunidades, alegan.