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La Generalitat instalará 135 cajeros automáticos en zonas despobladas de la Comunidad

La inversión de ocho millones de euros servirá para prestar servicio en zonas donde se cerraron las oficinas bancarias y beneficiará al 30% de la población de las comarcas del interior

Cajero en un pequeño municipio de la provincia de Alicante.

La Generalitat Valenciana instalará 135 cajeros automáticos en zonas despobladas de la Comunidad Valenciana y para ello realizará una inversión de 8 millones de euros, tal y como ha anunciado la directora general de la Agenda Valenciana Antidespoblament, Jeannette Segarra.

Se trata de una de las principales apuestas de la Generalitat y representa una iniciativa "novedosa y pionera en el Estado español", según ha señalado Segarra, quien ha destacado que el camino para ponerla en marcha ha sido "complicado y largo".

Está previsto que el primer cajero se instale en Vallibona antes de que finalice este verano, tal y como ha declarado la directora de la Agenda Valenciana Antidespoblament.

El objetivo es instalar entre este año y 2025 los cajeros en aquellos lugares del interior donde se cerraron las oficinas bancarias, lo que supone "un paso muy grande para las personas que viven en estas comarcas del interior de la Comunidad Valenciana, puesto que el 30% de su población es mayor de 65", ha asegurado la directora general.

Segarra ha afirmado que el cierre de las oficinas bancarias ha supuesto para estas personas "una merma brutal de su calidad de vida" por el hecho de tener que desplazarse para realizar "trámites tan sencillos como pagar un recibo o sacar dinero".

La entidad bancaria que ha resultado adjudicataria para poner en marcha este proyecto de la Generalitat es Caixabank.

Si en muchas ciudades los usuarios ya empiezan a tener problemas para localizar cajeros de su entidad y cada vez tienen que ir más lejos para encontrar una sucursal, en el mundo rural los servicios financieros se han convertido en todo un lujo para una población que, además, por su perfil de edad está poco acostumbrado a los nuevos medios digitales. Sólo en el caso de la provincia de Alicante, son más de 40.000 personas las que residen en alguno de los 59 municipios que ya no tienen sucursal bancaria al uso, según los datos oficiales del Banco de España, lo que les obliga en muchos casos a desplazarse kilómetros para realizar cualquier operación que requiera de presencia física o tirar de familiares o conocidos para que les saquen dinero en efectivo, aprovechando algún viaje, informa David Navarro.

Las cifras hablan por sí solas. La provincia llegó a tener 1.770 sucursales operativas en el año 2008, de las que al pasado mes de septiembre ya sólo quedaban 780 abiertas. Para dar una idea, son las mismas que había en 1979, cuando la provincia contaba con 1,1 millones de habitantes frente los 1,9 actuales.

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