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La renuncia de Dalmau ahonda la brecha entre los dos sectores de Podemos en la provincia

Los portavoces del partido en Elche, Alcoy y Orihuela elevan el tono contra la dirección de Lima mientras la líder autonómica se rearma para tratar de sumar influencia en el sur de la Comunidad

Pilar Lima, Irene Montero, Ione Belarra y Rubén Martínez Dalmau, en primera línea Eduardo Ripoll

La renuncia de Rubén Martínez Dalmau, su firme decisión de abandonar el Gobierno autonómico por desavenencias insalvables con la síndica de su partido en las Cortes, Pilar Lima, tiene consecuencias que van más allá del inminente relevo institucional. La lideresa de Podemos en la Comunidad ha ganado el pulso al cargo más relevante de la formación morada en el Ejecutivo del Botànic, el que en pocos días dejará de ser vicepresidente segundo de la Generalitat. Su dimisión, su alejamiento de la primera línea política, pone en evidencia el aumento de la brecha entre los dos sectores del partido en la provincia: el aliado, precisamente, con Martínez Dalmau y con Naiara Davó, y el que respalda la nueva esfera de poder capitaneada por Lima.

Alicante es probablemente la demarcación autonómica que mejor refleja la polarización que divide a la formación en territorio valenciano. El portazo de Dalmau supone la pérdida del principal referente alicantino para la corriente del partido crítica con la actual dirección. La ruptura se hizo evidente cuando Pilar Lima se impuso a Davó por tan solo 38 votos en el proceso de primarias para liderar la formación en la Comunidad, un vuelco de liderazgo que acabó con la alcoyana apartada de la sindicatura parlamentaria a principios de este año, lo que desencadenó un cruce de reproches de potente calibre. No obstante, aliados del sector de Davó y Dalmau siguen ocupando cargos institucionales y orgánicos en diferentes comarcas de Alicante, afiliados que no esconden su descontento con la estrategia de Lima y airean sus diferencias. La síndica, consciente de que precisa tejer nuevas alianzas para controlar la provincia, ha reforzado su ejecutiva incrementando, precisamente, la cuota alicantina.

Elche, Orihuela y Alcoy son tres de los principales focos que están plantando batalla interna a la secretaria general y convierten la situación en un auténtico polvorín. Lo hacen, además, sus portavoces, de forma pública y sin medias tintas. María Sandoval, cara visible de la formación en Orihuela y concejala en la ciudad, no duda al afirmar que se está llevando a cabo una postura de «acoso y derribo» contra quienes hicieron campaña por Davó en las primarias, y recuerda que Dalmau fue uno de ellos. «El trabajo que está haciendo a nivel municipal es muy escaso, no se atiende a los municipios, y la estrategia que se sigue es la de colocar a gente afín», censura. El portavoz en Alcoy y edil en el consistorio, Christian Santiago, tampoco se muerde la lengua y pone el acento en el relevo de Dalmau. «La dirección autonómica ha actuado de forma opaca, sin facilitarnos la información del proceso de relevo. Es una situación que nos debilita y no solo como partido, pone en riesgo la estabilidad del Botànic». Añade que «el proceso y la falta de información es impropia de una formación que trabaja por la transparencia más absoluta». En Elche, la portavoz del partido, Anabel Mateu, también se muestra beligerante. «Lima prometió una serie de cosas que no ha cumplido, como mantener a Davó y Dalmau. El hecho de que abandone una persona con un perfil tan responsable da a entender que hay algo de fondo que no ha sabido explicar la dirección. Decir que se va por motivos personales es no decir nada», apostilla. Mateu admite que se incluye entre las voces críticas porque « se toman decisiones sin contar con nadie, la dirección se ha vuelto muy centralista y no se apuesta por el municipalismo».

El concejal de Podemos en el Ayuntamiento de Alicante, Xavier López, sí defiende cómo se ha dirigido la maniobra para sustituir a Dalmau por el director de la Inspección de Trabajo en el Gobierno de España, Héctor Illueca. «Creo que ha sido ágil y se ha ejercido desde los órganos competentes». Sí apostilla que, a su juicio, Podemos debe desplegar más potencial en la provincia. «Más calle y menos despachos», resume.

Desde la dirección de Podemos, en cambio, rechazan que exista división. Destacan que el relevo de Dalmau está avalado con una votación telemática en el Consejo Ciudadano Valenciano y realizada con arreglo a las normas de Podemos. A juicio de la portavoz autonómica, María Teresa Pérez, de Petrer, el relevo de Dalmau ha sido apoyado por el 80% del Consejo, y eso es algo que «pone de manifiesto que no hay división».

Sea como fuere, y tras la desaparición en dos años de dos de los principales referentes institucionales de Podemos en Alicante -primero el exsecretario general Antonio Estañ, y ahora Martínez Dalmau, unido al cese de Davó como síndica-, el Consejo Ciudadano ha ampliado recientemente la ejecutiva de Lima con tres mujeres ligadas al ámbito municipal, dos de ellas alicantinas. Son Rosanna García, de La Vila, e Inma Mora, de Mutxamel, quien resta relevancia a las posibles voces críticas en la provincia y considera que «las discrepancias son importantes para el crecimiento». Ellas son junto a Lidia Montero y Àngels Varó quienes cierran el nuevo círculo de poder alicantino en el Podemos de Pilar Lima.

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