El guion se cumplió de principio a fin en la primera jornada del cónclave que los socialistas valencianos celebran este fin de semana en Benidorm. El PSPV se esforzó este viernes en proyectar una imagen de absoluta unidad en torno a su secretario general, Ximo Puig, quien recibió el espaldarazo de sus tres antecesores en el cargo, Joan Lerma, Joan Ignasi Pla y Jorge Alarte, algunos de ellos rivales en otros tiempos. Todos ellos le animaron públicamente a seguir al frente del proyecto político en un momento especialmente dulce para el partido, que ostenta por segundo mandato la presidencia de la Generalitat Valenciana. También lo hizo la benidormí Leire Pajín, que presentó el acto en el que intervino el expresidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, quien destacó la figura del jefe del Consell, valoró que la Comunidad Valenciana tiene una «extraordinaria suerte de tenerlo al frente» y, con la vista puesta en las urnas, auguró, incluso, que obtendrá una amplia victoria en los próximos comicios. Todo ello justo antes de la verbena con la que los militantes pusieron el broche de oro a la primera noche congresual en el rascacielos del Gran Hotel Bali.
La estrategia de celebrar una cumbre tranquila, sin sobresaltos, y tratando de evitar cualquier tipo de ruido que distorsione el mensaje de unidad no es nueva. De hecho, fue exactamente la misma que el partido del puño y la rosa siguió hace apenas un mes, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se dio un baño de basas en València a través de un cónclave sin contestación interna que le allana el camino de cara al próximo ciclo electoral. En esa ocasión fue la imagen del abrazo entre Sánchez, Felipe González y Zapatero la que escenificó que los pesos pesados del partido reman en la misma dirección. Exactamente lo mismo ocurrió ayer en Benidorm con los exlíderes del PSPV en la apertura de un congreso carente, al menos por el momento, de cualquier ejercicio de autocrítica y donde lo más importante es evidenciar fortaleza en torno a la figura de Puig.
«Tienes el apoyo unánime de este partido, te lo has ganado. Nadie en este partido quiere otra cosa. No pongas fecha de cuándo te vas», dijo entusiasmado Jorge Alarte, quien antaño se enfrentó a Ximo Puig en la carrera por liderar el partido, pero que hoy está integrado en su Gobierno como director general de Relaciones con las Comunidades Autónomas y Representación Institucional. Incluso le instó a ponerse «al frente de la próxima década de transformación y éxito».
El que fuera el primer presidente de la Generalitat, el actual senador Lerma, puso el foco en la gestión de la pandemia y consideró que el jefe del Consell ha salido reforzado: «Afortunadamente, tenemos un gobierno y un presidente que se ha echado la mochila a la espalda y la afrontado directamente, con todo el riesgo que podía suponer, otros se han escondido, y Puig ha ganado».
Pla, líder del PSPV entre 2000 y 2007, aseguró que los valencianos miran con esperanza a su partido porque ahora hay «cohesión interna». En su alocución, hizo un llamamiento a consolidar la socialdemocracia y destacó que Puig se sitúa «en primera línea» de los debates actuales en España, como el de la financiación autonómica: «La gran esperanza es continuar un proyecto como el suyo para que la Comunidad avance», señaló.
La exministra de Sanidad Leire Pajín también cerró filas con Puig y le instó a seguir «liderando» la petición de que las vacunas lleguen a todos los países, remarcando que apoya su propuesta por la liberación de las patentes.
Llamamiento a frenar a la derecha con Mazón en el punto de mira
El expresidente de la Generalitat Joan Lerma mostró su rechazo a los discursos que ponen en cuestión «aquello que ya estaba superado» como el Estatuto de Autonomía. «De nuevo, el candidato del PP vuelve a resucitarlo para intentar dividir a la sociedad porque carece de proyecto real», dijo con relación a Carlos Mazón. Lerma hizo un llamamiento para no volver a caer en las «trampas de la derecha». También José Luis Rodríguez Zapatero destacó la necesidad de movilizarse para frenar a los «reaccionarios» y evitar una regresión, dijo en referencia a las formaciones de derecha. Asimismo, Alarte y Pla arremetieron contra la corrupción del PP, la manipulación de Canal 9 en su día y pusieron en valor reversiones como la realizada en el Hospital de Torrevieja, liderada por Ana Barceló.