La expresidenta del PPCV Isabel Bonig regresa a la vida orgánica con la presentación de su candidatura para acudir como compromisaria al congreso nacional en el que el PP tratará de recuperar la calma interna en Sevilla en los primeros días del próximo mes de abril.
Es todo un síntoma del cambio de tiempo que se ha producido en la formación con la salida de la dirección estatal de Teodoro García Egea y Pablo Casado, responsables de que Bonig diera un paso atrás en mayo del 2021 y renunciara a competir con Carlos Mazón por la presidencia del PPCV ante las presiones recibidas. El ritmo cambia y es ahora Alberto Núñez Feijóo, a quien Bonig era afín mucho antes de que se desataran los apoyos incondicionales al presidente gallego.
El paso que ahora da Isabel Bonig -presentó ya el pasado martes la documentación- deja claro que continúa en el partido y que estaría dispuesta a ocupar de nuevo cargos de responsabilidad que se situarían, con toda probabilidad, en Madrid.
Según fuentes populares, hasta el mediodía de ayer no se habría presentado ninguna otra candidatura para optar a la plaza a la que aspira Bonig, si bien hasta mañana el plazo continúa abierto.
Otra mujer que ha sufrido las presiones de la Génova de Egea y Casado, la alcaldesa de Onda, Carmina Ballester, quien se retiró de la carrera por la dirección provincial por ese motivo, tiene previsto presentar hoy su candidatura para ocupar la plaza de compromisaria para el congreso que le corresponde a Onda. En este caso, queda por ver si el número dos del PPCS, el secretario general, Salvador Aguilella, decide competir con Ballester para lograr ese billete para poder votar en Sevilla. Podría disuadirle de hacerlo, bien por sus escasas posibilidades de ganar en las urnas a la alcaldesa o bien por el objetivo de eludir confrontaciones y resituarse de cara a la nueva situación en Madrid.
