El jefe del Consell, Ximo Puig, fue prácticamente el primero en entrar a valorar el auto por el que se cita a declarar a la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, en calidad de investigada. Tampoco le quedó otra. Había participado en la asamblea general de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) que se celebraba en la capital del Túria y no tuvo mucha escapatoria. Se le preguntó por la decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) de imputar a la lideresa de Compromís, y el president, como ya ha venido haciendo en los últimas semanas, apeló a la prudencia y pidió «respeto a la Justicia y sus procedimientos», además de desear que «todo esto se aclare». Se refugió en que, a esas alturas, prácticamente, sólo conocía «el titular de la noticia», y abogó por esperar hasta «saber en profundidad» el contenido del auto.

Tampoco se mostró mucho más explícito cuando se le cuestionó sobre si la imputación puede tener repercusiones en el Ejecutivo. «No, en absoluto», se limitó a responder. El también líder de los socialistas valencianos, en este sentido, reivindicó que la Comunidad Valenciana está avanzando desde el diálogo social, generando estabilidad y credibilidad, aumentando la inversión y mejorando la reputación, mientras que en buen gobierno está «por encima de la mayoría de regiones europeas». Añadió al respecto que «hemos pasado de una situación de una mala reputación a un momento positivo, también en cuanto a reputación de la Comunidad Valenciana».

Por la tarde llegó el segundo round, coincidiendo con la II Gala Solidarios Mediterráneo, también en València. En este contexto aseguró que, respecto a la situación judicial de la vicepresidenta, «vamos a seguir los tiempos de la Justicia y vamos a abordar en los términos políticos lo que corresponda con tranquilidad y serenidad», dejando claro, por enésima vez, que siempre desde una posición muy clara de respeto a los tribunales, y que confía en que la imputación no afecte al Ejecutivo.

Por último, y cuando se le planetó si por el código ético «se van a tomar cartas en el asunto», comentó, según recoge Europa Press, que él siempre se siente interpelado cuando sucede «alguna cuestión de estas características». Ahora bien, precisó que «por quien no me siento es por aquellos que no han cumplido nunca su código ético».