Los Premios Broseta reclaman a los políticos garantizar la convivencia

Entre el ruido por los habituales choques partidistas, la falta de acuerdos básicos para renovar los órganos constitucionales con la consiguiente degradación institucional y los ecos de sucesos exteriores como los de Brasil (con reminiscencia al ocurrido hace dos años en el Capitolio), la política parece abocada a ser el torbellino que impulsa el mal de la polarización. Sin embargo, la entrega del XXXI Premio Convivencia de la Fundación Profesor Manuel Broseta se convirtió ayer en una reivindicación de lo contrario.

«El papel de la política es garantizar la convivencia». La frase la pronunció el expresidente de la Generalitat Joan Lerma, encargado de hablar en nombre de los premiados de este año: la comisión redactora del Estatut d'Autonomia de la Comunitat Valenciana. Su intervención fue, a la vez, una defensa de la política como solucionador de problemas y un aviso a los representantes públicos, con Ximo Puig y Alberto Núñez Feijóo presentes en el Palau de la Generalitat.

Ese trabajo y «compromiso» para alcanzar un «punto de encuentro» fue lo que valoró el el jurado para decidir que, en el 40 aniversario de su aprobación cumplido en 2022, el premio de esta edición recayera en los impulsores de la norma básica autonómica de los valencianos. «Podemos estar orgullosos de lo que en su día hicimos», dijo Lerma. El expresidente de la Generalitat resaltó al recoger el premio la «voluntad de integración» del Estatut d'Autonomia tras recordar las «dificultades evidentes» que vivieron entonces con «reticencias» de «muchos sectores» de la sociedad. Sin embargo, aplaudió la negociación que propició «el acuerdo entre las principales fuerzas políticas» y que convirtió la norma autonómica en una «garantía de convivencia».

Las palabras del representante de los premiados y expresidente autonómico pareció calar en los discursos posteriores de Ximo Puig y Alberto Núñez Feijóo. Ambos resaltaron el papel de la comisión galardonada para garantizar el Estado de las autonomías y apelaron a los valores de la concordia, la unión y la convivencia para fortalecer la democracia.

Ofrenda floral y recuerdo

Así, Puig pidió «menos tensión y más colaboración», porque, ahora, corresponde «construir» y avanzar en la «convivencia autonómica». En este sentido, el jefe del Consell rechazó los «fanatismos y populismos» que, advirtió, hoy «ensombrecen el horizonte» junto con la «intransigencia». «Es la responsabilidad la que apagará las hogueras de los populismos y la que protegerá la convivencia con igualdad», dijo.

Por su parte, el presidente del jurado y líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, reivindicó «la responsabilidad de no olvidar y de que no se pierda la memoria de los que lucharon para ser hoy lo que somos», entre ellos Manuel Broseta, a quien, recordó, «esta lucha le costó la vida». Así, sentenció que si hoy España es el Estado más descentralizado de Europa «es gracias a las personas de la comisión redactora del Estatut y a Broseta».

Previamente, los dos dirigentes políticos, junto a otros como el líder del PPCV, Carlos Mazón, o la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, acudieron a la ofrenda floral en el monolito dedicado al jurista en la Avenida Blasco Ibáñez de València para conmemorar el trigésimo primer aniversario de su asesinato por ETA. Allí, Pablo Broseta, uno de sus hijos, hizo un llamamiento «a quienes gobiernan nuestro futuro» para que «hagan el esfuerzo de volver al pacto y la concordia», como hicieron «hace 40 años».