El gobierno de Mazón borra los galardones heredados del Botànic

Los socios de PP y Vox eliminan el premio Guillem Agulló y dejan el reconocimiento del 8M en una sola mujer votada por la mayoría

La presidenta de las Cortes, Llanos Massó, al frente de la junta de síndics.

La presidenta de las Cortes, Llanos Massó, al frente de la junta de síndics. / JOSÉ CUÉLLAR/CORTS

Diego Aitor San José

Diego Aitor San José

Contaba Pedro Sánchez en «Manual de resistencia» que lo primero que cambió al llegar a la Moncloa tras la moción de censura en 2018 fue el colchón sobre el que dormía Mariano Rajoy. En las Cortes ha habido alguna pequeña modificación del mobiliario -un par de sillones en los pasillos del hemiciclo- y alguna reforma más para modernizar la casa que para darle un lavado de cara, pero si algo ha sufrido la llegada de una mayoría de PP y Vox son las formas de celebrar los días simbólicos como el 8M o el 25 de abril -Día de las Cortes- o actos como las concentraciones contra los asesinatos machistas. 

Los dos partidos que dirigen la cámara autonómica acordaron ayer en la junta de síndics eliminar el Premio Guillem Agulló que se entregaba en abril en el marco del Día de las Cortes, fecha conmemorativa de la Batalla de Almansa. No es la única modificación que hicieron en cuanto a efemérides y eventos de celebración en el parlamento autonómico. También ratificaron la decisión de cambiar la forma de elección del galardón del 8M a una sola mujer. 

Así, si las ornamentaciones fúnebres marcan para la arqueología la civilización o la época a la que pertenece una excavación, qué o cómo se proceda a un reconocimiento se ha convertido en una forma de diferenciar las etapas de la política valenciana. Y los símbolos que representaban al tiempo del Botànic entre 2015 y 2023 en el parlamento valenciano quedan ya para los libros de historia y las búsquedas en la hemeroteca. 

La junta de portavoces de ayer fue un buen ejemplo del cambio de época en la cámara autonómica. Vox, que ostenta la presidencia con Llanos Massó, propuso que el premio no estuviera «condicionado» al nombre de Guillem Agulló -el joven asesinado por un grupo de neofascistas en 1993-, medida que apoyó el PP que se abrió a mantener el premio pero con otro nombre siempre que haya un acuerdo con el resto de grupos, algo que el portavoz del PP indicó que no sabe si será «viable». 

De hecho, la izquierda mostró su indignación - aseguran que evidencia que los populares «se han plegado a las exigencias de Vox»- ante este pacto que supone eliminar un galardón creado en 2016. Este fue impulsado tras una declaración institucional que logró el consenso de todos los grupos parlamentarios que estaban representados en aquella legislatura -PSPV, Compromís, Podemos, Ciudadanos y el PP, Vox no tenía representación-. En ella, las Cortes se comprometían a «entregar un premio a personas e iniciativas destacadas en la lucha contra la xenofobia, el racismo y los delitos de odio», y que sería dado cada mes de abril. 

Con dos pancartas

No obstante, tanto populares como voxistas indicaron que en aquel momento el nombre del reconocimiento fue una «decisión unilateral» del entonces expresidente de las Cortes, Enric Morera, una decisión que había «perdido su vigencia» por lo que consideraron que habría que llegar a «nueva unanimidad» para impulsar un galardón similar que no lleve el nombre de una única persona. 

No es el único cambio aprobado ayer. El próximo viernes se entregará el galardón del 8M de las Cortes. Y será en singular tras el acuerdo de PP y Vox en la Comisión de Igualdad la semana pasada, ratificado ayer en la junta de síndics. Desde 2017, se premiaba a todas las mujeres que proponían los grupos parlamentarios. Este año, en cambio, los socios del Consell acordaron que solo se daría uno, la que recibiera más votos, lo que para la izquierda supone un «rodillo» ya que PP y Vox son mayoría.