Más de un 50% de las mujeres van a padecer una cistitis a lo largo de su vida y casi un 70% de estas ocurrirán en verano.
Ya hemos hablado en muchas ocasiones sobre la cistitis, las causas que suelen provocarla así como la forma de diagnosticarla y tratarla adecuadamente.
En verano la cistitis cobra especial relevancia pues hay factores como el calor, la humedad, el agua clorada de las piscinas o el aumento de las relaciones sexuales que hacen de la profilaxis una necesidad sobre todo para aquellas mujeres especialmente predispuestas a padecerla. En este artículo intentaremos explicar como podemos prevenirla.
En primer lugar creo necesario un breve comentario técnico acerca de la estructura de la vejiga y su comportamiento ante las bacterias que habitualmente se encuentran en la orina.
La vejiga esta cubierta interiormente por una capa impermeable, llamada urotelio, que impide la penetración de los gérmenes habituales en la orina.
El urotelio tiene sus propios mecanismos naturales de protección para evitar la penetración de tóxicos y bacterias en la pared de la vejiga urinaria siendo las uniones intercelulares las principales barreras a esa penetración. Estas estructuras están cubiertas por sustancias protectoras que pueden deteriorarse por distintas causas como ocurre en las infecciones, las radiaciones, los traumatismos quirúrgicos? El deterioro de esta superficie facilitará que los gérmenes, como la eschericia coli penetren o se adhieran a la capa interna de la vejiga.
Ya sabemos un poco más sobre la vejiga de la orina, ahora vamos a aplicar el sentido común para intentar poner los medios necesarios para evitar que se produzca la infección urinaria (cistitis) o bien que esta se perpetúe.
Aumentar la ingesta de líquidos
Sobre todo en verano. Si conseguimos orinar más de un litro al día facilitaremos la función de arrastre, facilitando de esta manera la expulsión de los gérmenes. Por otro lado al mantener mas tiempo llena la vejiga se notara menos el dolor típico de la cistitis, aunque se orine más veces.
Podemos ingerir ciertas infusiones que tienen cualidades antisépticas como son las de abedul, manzanilla, barbas de cebolla.
Evitar la contaminación vaginal
Tener buena higiene personal, evitar la humedad y el frío. Ante el mas mínimo signo de micosis, infección por hongos, muy frecuente en verano acudir al urólogo o ginecólogo. Utilizar prendas interiores transpirables evitando el uso de fibras sintéticas.
Evitar la contaminación por elementos utilizados en la contracepción DIU, anillos, diafragmas vaginales... etcétera.
Tratamientos preventivos
Si padece de cistitis con frecuencia van a ser muy útiles los tratamientos que le detallamos a continuación:
Vacuna: la hacen en la farmacia, es de fácil aplicación, un spray que se pulveriza debajo de la lengua todos los días). Como todas las vacunas pretende mejorar el sistema inmunitario para mejorar la defensa de nuestro organismo.
Arándanos: muy de moda, hay muchas marcas comerciales que lo distribuyen. Se intenta conseguir tanto una disminución en el número de gérmenes como su implantación en la pared vesical. Aunque no esta indicado en las infecciones activas su uso continuado y a las dosis adecuadas puede ayudar a evitar la recaída. Actualmente se esta asociando a otros componentes como la vitamina C o la manosa.
Líquidos: Zumo de limón, agua de cebada, infusión de perejil: son también remedios inocuos que actúan cambiando el PH urinario favoreciendo por una parte la ingesta de líquidos y por otra evitando la reproducción bacteriana.
Aún utilizando los medios de prevención que hemos mencionado la infección urinaria puede aparecer en cualquier momento.
Si empieza a notar los síntomas típicos de la cistitis como son el escozor y dolor al orinar, aumento de la frecuencia miccional e incluso la aparición de sangre en la orina acuda a su urólogo pues un tratamiento rápido y eficaz es el mejor método para evitar la cronificación de una enfermedad que si no grave puede ser infinitamente incómoda.
Si necesita más información puede acceder a la web www.saludhombre.es.
