La semana pasada hablamos de lo que significa que una víscera se desprenda y de lo que puede suponer en nuestra calidad de vida, así como del proceso que sigue. La información en estos problemas de salud tan desconocidos por la mayoría de mujeres es de máxima importancia para poder tomar decisiones al respecto.

¿Qué tengo que hacer si me detecto un bulto o bultito en mi vulva?

En primer lugar, debes acudir anualmente a las revisiones con tu ginecólogo, en ellas es en las que se puede detectar el prolapso en un estadio inicial.

En segundo lugar, cuando ya está el bultito debes acudir a tu ginecólogo o urólogo, aunque no haya pasado un año de tu revisión y comentarlo. Normalmente te enviará a un fisioterapeuta de suelo pélvico. De lo contrario búscalo.

En tercer lugar, saber que no es normal que aparezca un prolapso por tener hijos, ni mucho menos hay que esperar a que se haga más grande para que la única solución sea la cirugía.

¿Qué solución tiene?

En un primer y segundo grado de prolapsos la solución pasa por la rehabilitación del suelo pélvico.

En un tercer grado de prolapso la solución es quirúrgica (se trata de una cirugía mayor y existen varios tipos de técnicas, el especialista en ginecología o urología se encargará de explicar las mismas). Pero antes y después de la cirugía se debería realizar fisioterapia de suelo pélvico.

¿Cómo puedo prevenir un prolapso?

En realidad, hasta que aparece algún síntoma es difícil dar pautas de prevención. Pero en líneas generales, voy a dar unos consejos que nos servirán para prevenir problemas de suelo pélvico.

?Controlar el sobrepeso

?Evitar ejercicios violentos y de levantamiento de pesos y saltos repetitivos.

?Controlar el estreñimiento

?No aguantar las ganas de ir al baño más de 2 horas.

?Realizar una valoración de fisioterapia de suelo pélvico tras los partos para el aprendizaje del cuidado de tu suelo pélvico y abdomen.

¿Qué aporta la fisioterapia de suelo pélvico en estos casos?

Me gustaría aclarar que la fisioterapia en ningún caso va a ocasionar efectos adversos ya que trabaja de forma conservadora y utilizando la propia musculatura de la persona que sufre el problema. Por lo que a priori supone la primera línea de intervención.

Cuando la caída del órgano es incipiente la fisioterapia va a frenar su progresión. En el caso de que el prolapso se detecte en un grado avanzado, la fisioterapia preparará tu cuerpo y musculatura para que la progresión vaya más lenta o desaparezca. y que, a la hora de enfrentarte a una posible cirugía, tu recuperación sea mucho mejor.

Tras la cirugía si aparece incontinencia y antes no existía o sí que existía, pero no se ha solucionado del todo, la fisioterapia va a darte las herramientas para controlar estas pérdidas además del dolor y las molestias propias de la operación.

Por tanto, concluyo sugiriéndote que no te resignes a padecer en silencio un prolapso y que formes parte activa en tu recuperación. Desde que se lesiona una víscera hasta que se opera pasa mucho tiempo por tanto actúa. La cirugía no es la única solución.