Síndrome de dumping: qué es y qué dieta hay que seguir para mantenerlo a raya

El síndrome de dumping es un trastorno gastrointestinal que ocurre cuando el contenido del estómago se vacía demasiado rápido en el intestino delgado, generalmente después de una cirugía de estómago o esófago. Este proceso acelerado puede provocar una serie de síntomas que afectan significativamente la calidad de vida de la persona.

Tal y como explica la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, los síntomas del síndrome de dumping se dividen en dos categorías, basadas en el tiempo de aparición tras comer:

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• Síntomas precoces. Estos ocurren dentro de los primeros 60 minutos después de comer. Incluyen dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, mareos, sudoración excesiva, palpitaciones y fatiga. Estos síntomas resultan de la rápida entrada de comida al intestino, lo que provoca una expansión súbita del intestino y la liberación de grandes cantidades de ciertas hormonas.
• Síntomas tardíos. Se presentan entre 1 a 3 horas después de las comidas. Están relacionados con una caída en los niveles de glucosa en sangre (hipoglicemia reactiva), causando síntomas como debilidad, temblores, sudoración, hambre intensa, confusión y, en casos severos, desmayos.

Dieta para el síndrome de dumping

Debido a esta dolencia, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición realiza una serie de recomendaciones para mejorar la calidad de vida del paciente y asegurar una nutrición adecuada. Esto se logra a través de una serie de ajustes dietéticos específicos de carácter general: 

• Fraccionar la alimentación. Se recomienda consumir pequeñas cantidades de comida a lo largo del día (6 o más tomas) en lugar de grandes comidas. 
• Masticación y comida tranquila. Comer lentamente y masticar bien los alimentos facilita la digestión y absorción adecuadas, disminuyendo la probabilidad de síntomas. Los expertos recomiendan evitar comer viendo la televisión o mirar el móvil o la tablet.
• Separación de líquidos y sólidos. Beber líquidos 30 a 60 minutos antes o después de las comidas, no durante, para evitar aumentar el volumen dentro del estómago.
• Evitar azúcares simples. Los alimentos y bebidas altas en azúcares simples pueden exacerbarse los síntomas del dumping, por lo que se sugiere limitar su consumo. Nos estamos refiriendo a refrescos, zumos, etc. pero también a miel, chocolate, pasteles, postres lácteos azucarados. “Si los toma, procure hacer junto con otros alimentos dentro de una comida principal, de esta forma se trata de evitar, en la medida de lo posible, que los azúcares sencillos lleguen de una forma rápida al intestino”, señala.
• Incluir proteínas, vegetales y carbohidratos complejos. Consumir una dieta equilibrada en cada comida ayuda a estabilizar los niveles de glucosa y ralentizar la digestión. La fibra dietética en los alimentos integrales es especialmente beneficiosa. En las comidas principales se puede tomar legumbres, pasta integral, pan integral, arroz integral o cualquier otro tipo de cereales integrales como, por ejemplo: quinoa, trigo sarraceno, etc
• Snacks saludables. Entre comidas, optar por combinaciones de alimentos que incluyan proteínas y carbohidratos de absorción lenta para mantener los niveles de energía y prevenir la hipoglicemia. Entre las recomendaciones se encuentran uan pieza de fruta y un yogur natural, palitos de zanahoria con humus o pan integral con queso fresco/requesón.
• Precaución con el ejercicio. Antes de realizar actividad física, es conveniente consumir alimentos que proporcionen energía sostenida, como carbohidratos complejos y proteínas, como por ejemplo pan integral con jamón cocido o aguacate o frutas con frutos secos.
• Grasas saludables. Incorporar fuentes de grasa saludable, como aceite de oliva virgen extra, aguacates y frutos secos, puede ayudar a ralentizar el vaciamiento gástrico.

Implementar estas recomendaciones requiere de un enfoque personalizado, considerando las particularidades de cada individuo afectado por el síndrome de dumping. 

La colaboración con profesionales de la salud, incluyendo nutricionistas y gastroenterólogos, es esencial para diseñar un plan dietético efectivo que alivie los síntomas y mejore el bienestar general del paciente.