Según ha explicado Carmen Moreno, vicepresidenta de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), organizadora del Congreso, "el uso de la proteómica en el diagnóstico de la alergia permitirá a los especialistas conocer mejor estas patologías y, en consecuencia, alcanzar antes su curación".

Así, los avances en las investigaciones de esa forma de diagnóstico llevará a los médicos a "conocer mejor estos procesos" y, así, acabar antes con ellos.

Hasta la fecha, según ha explicado la especialista, el diagnóstico molecular existente era aplicable en el caso de los ácaros y pólenes más prevalentes, así como ciertos alimentos, epitelios de los animales y hongos, además del veneno de himenópteros (avispas y abejas).

A partir de ahora, los alergólogos confían en "ampliar el espectro de alérgenos en un futuro cercano, ya que los paneles disponibles para investigación son más amplios".

En cualquier caso, ha concluido Moreno, "los alergólogos tenemos mucho trabajo por delante porque necesitaremos conocer de una manera precisa cada proteína, sus características, su función biológica y las posibilidades de su manejo clínico".