Los pedigüeños que cantan dos estrofas de un villancico o los sacacuartos habituales no son la preocupación principal de las autoridades, sino los funcionaros.

"La directiva busca prevenir que el personal del aeropuerto y los funcionarios de seguridad soliciten dinero y obtengan otros impuestos de los pasajeros", explicó el director general del centro, Alfonso Cusi, según la versión del diario "Manila Standard Today".

El año pasado, 897.820 personas entraron a Filipinas por el aeropuerto de Manila entre noviembre y diciembre.