Según los últimos datos difundidos por la Oficina Nacional de Registro de Delitos (NCRB), en el país asiático se cometieron en el 2007, 185.312 delitos contra mujeres y 75.930 fueron clasificados como "actos de crueldad de maridos y familiares". Otros casi 50.000 delitos registrados fueron por acoso y agresión sexual.

Estas cifras reflejan un incremento del número de delitos del 12,5 por ciento respecto al 2006 y marcan una tendencia continuada en los últimos cinco años.

No están incluidas en estas estadísticas las 20.737 violaciones registradas en el 2007 ni las 8.093 muertes por asuntos relacionados con las dotes que los padres de las futuras esposas deben abonar a sus familias políticas, aunque la práctica está abolida por ley.

La causa del incremento en el número de delitos se explica por dos factores esenciales, según dijo a Efe la directora de la ONG de defensa de los derechos de la mujer "Centre for Social Research" (CSR), Ranjana Kumari.

"El número de delitos ha aumentado porque el de denuncias es más elevado, pero también porque la ley no se está aplicando de forma efectiva", explicó Kumari.

La activista destacó que, a pesar de que el marco legal destinado a proteger a las mujeres está más desarrollado que hace unos años -en octubre de 2006 entró en vigor una Ley contra la Violencia Doméstica- no está funcionando de forma "disuasoria".

"Los delincuentes no sienten la presión de la ley. La aplicación judicial está fracasando", agregó Kumari.

Otro dato significativo que se desprende de los registros del NCRB es que sólo el 29 por ciento de los casos denunciados acaban en condena judicial, una cifra que está en sintonía con el porcentaje de condenas por otros delitos cometidos en la India.

Sin embargo, en la Comisión Nacional de la Mujer, organismo dependiente del Gobierno indio, consideran que el problema no radica en la normativa sino en la falta de concienciación social.

"Las leyes son lo suficientemente efectivas para proteger a las mujeres, es la falta de concienciación la responsable del aumento de los delitos contra la mujer. Necesitamos un cambio mayor en la mentalidad de nuestra sociedad para lidiar con estos temas", dijo la funcionaria de esa comisión Yasmin Abrar, citada por IANS.

La creencia de que la autoridad masculina no puede ser cuestionada y de la superioridad de los maridos sobre sus esposas es un principio arraigado culturalmente, según Kumari.

"En la India, se trata a los maridos como dioses y muchas mujeres tienen derechos limitados o simplemente desconocen que los tienen", abundó la activista.

La experta explicó que la mayoría de los delitos que tienen lugar en el ámbito doméstico son violaciones o casos de maltrato cuando las esposas "no cumplen con los deseos de sus maridos o familias políticas".

En la India, el matrimonio sigue siendo mayoritariamente concertado y la mujer, al casarse, pasa a depender completamente del esposo y la familia política.

Además, Kumari añadió que la falta de compensaciones económicas y pensiones de manutención para las mujeres que solicitan el divorcio es una de las razones por las que las víctimas no se deciden a romper sus matrimonios.

El propio Gobierno calculó hace tiempo, cuando entró en vigor la ley que pretende protegerlas, que el 70 por ciento de las mujeres indias sufre malos tratos, independientemente de que esos delitos lleguen algún día a formar parte de los registros oficiales.