Hicks, de 27 años, pretendía salir de Nueva Zelanda, pero las autoridades marítimas de ese país no le dieron permiso aduciendo que el viaje que se proponía era demasiado peligroso tanto para él como para quienes tuvieran que acudir eventualmente a su rescate.

Tras cambiar de itinerario, el joven aventurero fue a Tasmania del Sur (Australia), cuyas autoridades tampoco acogieron su proyectado viaje con entusiasmo y le animaron a pensárselo mejor.

A diferencia de las autoridades neozelandesas, las australianas no pueden, sin embargo, impedirle salir si se lo propone.

Según el periódico británico, Hicks está actualmente preparando su bote, el Flying Carrot (Zanahoria Flotante), en el que proyecta llevar a cabo su hazaña en solitario.

Hicks es un aventurero nato: a los 27 años, recorrió en bicicleta 1.600 kilómetros desde Land's End, en el extremo suroeste de Inglaterra hasta la localidad escocesa John O'Groats, y a los 21 corrió seis maratones en el desierto del Sáhara.

Hace cuatro años se convirtió en la primera persona en remar en solitario por el Atlántico Norte siguiendo la dirección Oeste a Este en una embarcación de segunda mano.

Pero nada de eso es comparable con su proyectada hazaña: pasar 22 meses solo en el mar, alimentándose con una dieta de comida deshidratada, multivitaminas y los peces que consiga pescar.

Su itinerario, de más de 24.000 kilómetros, pasa por entre numerosos icebergs. Además tendrá que soportar los furiosos vientos que soplan entre cincuenta y sesenta grados sur.

El Flying Carrot no es un barco cualquiera sino que está construido de fibra de cristal, tiene un casco que se endereza automáticamente y dispone de paneles solares y de un generador eólico para su equipo de comunicaciones.

Dispone además de un autopiloto controlado por ordenador y está equipado de diez pares de remos, una vela (sólo para casos de emergencia), un ordenador portátil y dos teléfonos vía satélite.

El aventurero británico quiere remar durante nueva horas cada día y recorrer unos 48 kilómetros diarios durante un total de 500 días.

Se tomará un descanso a mediados de año y pasará algún tiempo en Georgia del Sur, en el Atlántico Sur, para aprovisionarse de nuevo y evitar la peor parte del invierno en ese hemisferio.