Se trata del proyecto PERFORM, coordinado por Siemens España, en el que trabaja un consorcio de 17 socios de 7 países diferentes de la UE, entre los que destacan la Universidad Politécnica de Madrid, con su grupo Life Supporting Technologies, y la Clínica Universidad de Navarra.

Este sistema, que ya se está probando en varios pacientes en la Clínica Universitaria de Navarra con "excelentes resultados", según sus responsables, integra un dispositivo para la monitorización del estado de los pacientes en sus propias casas y la personalización de los tratamientos médicos de males neurodegenerativos que afectan a capacidades motoras.

Es el caso del Parkinson, una enfermedad hasta ahora sin cura, originada por una degeneración de las neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra, y que afecta a 2 de cada mil personas, normalmente mayores de 60 años.

Sin embargo entre un 10 y un 15 por ciento del conjunto de los afectados por la enfermedad tiene menos de 40 años. En Estados Unidos, aproximadamente 60.000 personas son diagnosticadas de la enfermedad cada año.

El nuevo sistema, cuyo proyecto piloto se ha iniciado y finalizará previsiblemente en verano en la Clínica Universidad de Navarra, incluye a un grupo de pacientes que deciden participar en el mismo de forma voluntaria.

Durante unos días serán portadores de una variedad de micro-sensores incorporados en su ropa, en camisetas elásticas, muñequeras, tobilleras.

El sistema incorpora algoritmos inteligentes aplicados a acciones médicas, a partir de la información recibida de los pacientes, desde sus propias casas, tal como lo ha explicado a EFE una de las responsables del proyecto, la neuróloga María Pastor, de la Clínica Universitaria de Navarra.

Aunque los científicos prevén aplicar este sistema también a otros pacientes con enfermedades neurodegenerativas de predominio motor, como la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), la idea es centrarse en el Parkinson, de modo que se pueda controlar de forma remota el estado motor de estos pacientes, tan variable de un momento a otro del día.

Como parte del sistema, se recibirá y se integrará la información de los micro-sensores (goniómetros y acelerómetros) y se detectará la evolución de los enfermos: si es buena o mala su movilidad, si tienen problemas al caminar, si se caen, si empeora su capacidad para hablar, etc.

El tratamiento actual para estos pacientes consiste en calibrar la medicación de acuerdo a consultas médicas puntuales y a los datos aportados por el propio enfermo, después de apuntarlos asiduamente en un diario o agenda, con las particularidades de cada día, y su relación con los horarios de la medicación, aunque, según los médicos, se trata de una técnica poco precisa al estar condicionada a los apuntes del enfermo, expuesto a posibles equivocaciones.

Un sofisticado software, diseñado por la Universidad Politécnica de Madrid, permitirá interpretar los datos recibidos del paciente mediante un patrón de reconocimiento de síntomas, que dará conocimiento sobre si, por ejemplo, un movimiento es temblor de reposo o dificultad para moverse con adecuada velocidad o una marcha anormal.

Con un solo golpe de pantalla, desde el ordenador, el médico tendrá información exacta y concreta de la situación del paciente, lo que evitará desplazamientos, ingresos en el hospital, errores en la medicación y por tanto, además de mejorarse con ello la situación del enfermo, la clínica ahorrará recursos económicos.

Actualmente, existen sistemas parciales de monitorización pero la novedad con éste es que integra la totalidad del estado del paciente.