La noticia ha corrido como la pólvora al mismo tiempo que ha levantado polémica. Jennifer Mulford, una mujer de Atlanta (EE UU), ha generado esta semana la indignación de las redes sociales tras hacer público que había dejado su trabajo para amamantar a su novio culturista de 36 años, dos décadas después de dar a luz a su hija.

Según recoge el diario Daily Mail, Mulford indicó que quería iniciar una "relación de lactancia adulta" con su pareja Brad Leeson tras leer sobre los vínculos que la lactancia materna puede generar entre dos personas. Tal y como contó la pareja en una entrevista de un programa de radio de Melbourne (Australia), Jennifer mantiene un horario para darle el pecho "cada dos o tres horas", sin importar dónde se encuentren, después de haber sido inducida a la lactancia con éxito, para lo que necesita recurrir a pastillas y otros métodos como tés, la píldora a base de hierbas Lactiful, semillas de lino y harina de avena para ayudar en la producción de leche.

Todo comenzó cuando Mulford se dio cuenta que lo que más la excitaba durante el acto sexual era la estimulación de sus pezones. En foros de internet se topó con una modalidad erótica denominada "Adult Breadfeeding Relationship" y se lanzó a buscar en internet un hombre aficionado a beber leche materna.

Tras unos cuantos intentos de busqueda infructuosos, Mulford llamó a un ex novio que accedió sin dudarlo a la propuesta. Él está encantado ya que es un gran amante del gimnasio y la leche materna le aporta beneficios para la salud y le ayuda a tonificar su cuerpo. Como contrapartida, ella tuvo que dejar su trabajo de camarera al no poder compaginar ambas actividades.

Cuando se les preguntó a la pareja si este hábito se trataba de un asunto "sexual", Brad afirmó que "hasta cierto punto". "Es más un vínculo personal, es más un compromiso, algo íntimo... Dos personas siendo una", agregó. Sin embargo, Jennifer matizó en dicha entrevista que la lactancia puede conducir al sexo "seis de cada siete veces".

"Es un vínculo natural entre un hombre y una mujer. No hay nada más relajante que tener algo aferrado a ti, nada en absoluto", aseguró. Tras haberse hecho pública esta confesión se ha abierto el debate en las redes sociales entre aquellos usuarios que aseguraron que la historia era falsa, mientras que otros acusaron a Jennifer de "sexualizar" la lactancia materna.