- Lucía, vas a presentar el evento de Gestionando Hijos, que el 25 de mayo estará en Alicante, tu ciudad. ¿Con ganas?

Muchas, muchísimas ganas. Tras 10 ediciones en Madrid y Barcelona esta es la primera vez que ampliamos ciudades y qué maravilla que la primera ciudad en visitar es Alicante, lugar donde vivo con mi familia desde hace más de 10 años.

- A la mayoría de los ponentes (si no a todos) ya los conocerás de otros eventos. ¿Tienes especialmente ganas de escuchar alguna de las ponencias? ¿O hay algún tema que te interese más personalmente?

En cada uno de los eventos que he presentado he descubierto ponentes nuevos. ¡Es tan emocionante descubrir que hay tantas personas implicadas en la educación de los más pequeños, en el cuidado de la infancia! ¿Cuándo entenderemos que la infancia es sagrada?

Que ellos son nuestra esperanza y nuestro futuro. Begoña Ibarrola es una de esas mujeres con las que pasaría horas y horas tomando café. "Hay que emocionarse para educar", dice ella. ¡Qué gran verdad! Hay que emocionarse para educar y para aprender también tenemos que recurrir a la emoción.

Emociona a tu público y llegarás donde nadie ha llegado. Tenemos que hablar con emoción, trabajar con emoción, educar con emoción. Jamás he logrado separar la emoción de mi profesión. El día que deje de emocionarme con mis pacientes, dejaré de ejercer.

- Desde tu experiencia, ¿cuál dirías que es el error principal que cometen hoy en día las madres y padres?

Pretender ser padres perfectos con hijos perfectos llevando vidas perfectas. Pretender llegar a todo. Pretender no cometer errores. Pretender llevar una vida que jamás llevaremos. Nadie es perfecto, ni nosotros, ni nuestros hijos. No llegamos a todo, ninguno de nosotros llegamos. Y no pasa nada.

Yo hace años que he dejado de castigarme. Intento llegar intensamente a lo que llego dando lo mejor de mí. Pero con los años he aprendido que además de ser una madre maravillosa, maravillosamente imperfecta, soy otras muchas cosas que me encantan y a las que no pienso renunciar. ¿Y si nos queremos un poco más y un poco mejor?

- ¿Qué te ha ayudado más, Lucía mamá a Lucía la pediatra, o la pediatra a Lucía mamá?

Sin ninguna duda la Lucía mamá a la Lucía pediatra. La Lucía mujer, la Lucía trabajadora, la Lucía que comete errores€ a la Lucía pediatra. Hay maravillosos pediatras que no tiene hijos y son magníficos profesionales. Nadie lo duda. Pero a mí, personalmente, la maternidad me ha transformado, me ha hecho ser más paciente, más empática, más comprensiva, más humana€

- Tú que ves a niños todos los días, ¿los niños se portan peor ahora que antes? ¿Qué hace felices a los niños?

Los niños son niños y hacen cosas de niños. Si a abrir cajones, alborotar, llorar porque llevan mucho tiempo esperando en un sitio de mayores, correr por los pasillos o reírse a carcajadas en un lugar en el que reina el silencio es portarse mal, yo quiero que se sigan portando mal.

Son niños. Somos nosotros los adultos los que debemos dirigir ese camino, esa educación e ir marcando unos límites claros y adaptados a su edad a medida que van creciendo sin olvidarnos lo más importante de todo: son niños.

Los niños lo que quieren son dos cosas: jugar y estar tiempo con papá y mamá y, si es todo a la vez, pues sencillamente estarán en la gloria.

- ¿Cuáles son para ti los principales valores que unos padres deben transmitir a sus hijos?

Uno por encima de todos los demás: AMOR. Amor incondicional. Que sepan que pase lo que pase, que pese a lo mucho que les exigimos, pese a nuestras equivocaciones, las suyas, pese a todo, los queremos incondicionalmente. Que tengan claro que siempre podrán contar con nosotros.

Amor en las palabras que utilizamos al dirigirnos a ellos, a nuestras parejas, a nuestros amigos, a la gente que nos rodea. De nada sirve que les demos clases magistrales de disciplina positiva en casa si luego nos escuchan criticar, juzgar, insultar o mofarnos del vecino, del jefe, del amigo o al encender el televisor.

- ¿Qué te parece la campaña El mejor colegio del mundo? ¿Qué opinas de que para un mayor éxito educativo las familias y los profesores tengan que colaborar y trabajar juntos? http://www.equipoeducativo.com/

Que unir a profes y padres es el camino. Me parece un proyecto maravilloso el intentar unir a maestros y padres. ¿De qué sirve que en casa hablemos mal del profesor? Eso nos acerca ¿a qué exactamente? ¿No nos damos cuenta de que nuestros hijos están en medio?

Debemos hacer equipo. Nuestros hijos deben sentirse apoyados dentro de casa y dentro del colegio y eso desde el enfrentamiento entre ambas partes es imposible, al final quien pierde, quien se desmotiva, es el niño.