INVESTIGACIÓN

El riesgo químico de la guerra de Ucrania se monitoriza desde la Universidad de Oviedo

El profesor Pedro Arcos y el doctor Rick Kye publican en "Nature" los primeros resultados: "Más de un millón y medio de personas están altamente expuestas a un desastre"

Un bombero trabaja en la extinción del fuego de un almacén de productos químicos bombardeado en Kiev.

Un bombero trabaja en la extinción del fuego de un almacén de productos químicos bombardeado en Kiev. / DALIA GUERRA | ROMAN PILIPEY | PIM

Pablo Álvarez

El área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de Oviedo está investigando para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el riesgo de desastre químico en la invasión de Ucrania por parte de Rusia, iniciada el 24 de febrero de 2022. Según un recuento reciente, el conflicto acumula unas 22.000 víctimas civiles: más de 8.000 muertos y unos 14.000 heridos.

Desde el año pasado, un equipo liderado por el profesor Pedro Arcos y el doctor Rick Kye Gan investigan para la OMS el riesgo de desastre químico en la región del Dombás, en el este de Ucrania, una de las zonas donde el conflicto es más encarnizado. Se trata del único equipo europeo de investigación que está llevando a cabo este trabajo de evaluación. Sus resultados acaban de ser publicados en "Nature", una de las revistas de mayor impacto mundial en investigación científicas multidisciplinarias.

"La guerra en Ucrania ha producido una emergencia humanitaria compleja en el este y el sur del país, además de graves consecuencias, como el riesgo desastre químico", señala Pedro Arcos, asesor del grupo técnico de la OMS en emergencias sanitarias. La industria química es un sector esencial de la economía ucraniana. Se estima que genera 2.800 millones de dólares anuales y que acumula más de 5.100 millones de toneladas de sustancias químicas peligrosas.

La investigación ha desarrollado un método propio de evaluación transversal

En marzo de 2022, la Unión Europea mostró su profunda preocupación por el riesgo de desastre derivado de los bombardeos rusos a las instalaciones industriales químicas en forma de operaciones de "falsa bandera". Además, la OMS ha notificado varios incidentes químicos, como la fuga de amoníaco del 21 de marzo del año pasado en Sumy, o de ácido nítrico en Rubizhne, el 5 de abril. El 30 de mayo, las tropas rusas atacaron un oleoducto de amoníaco en el distrito de Bakhmut, causando una fuga que afectó a seis ciudades y asentamientos cercanos. Y el 31 de mayo, bombardeos aéreos ciegos rusos produjeron una fuga de ácido nítrico en Severodonetsk que se extendió sobre un área de 5 kilómetros cuadrados. "Nuestro trabajo tiene como objetivo analizar el riesgo de desastre en instalaciones industriales químicas, así como sus efectos sobre la salud pública, la vida, el medio ambiente, la propiedad y la capacidad de desarrollo en Ucrania", precisa Pedro Arcos.

La investigación ha desarrollado un método propio de evaluación transversal semicuantitativo de riesgos químicos que considera el peligro, la vulnerabilidad y la exposición de la industria química en el este de Ucrania en las regiones de Donetsk y Luhansk desde mayo de 2022.

La evaluación del riesgo de desastres ha concluido que "más de un millón y medio de personas" (1.187.240 habitantes de Donetsk y 353.716 de Luhansk) están "altamente expuestas a un desastre químico". El riesgo de agregación de bombardeo de instalaciones químicas también es elevado debido a la guerra. "Lamentablemente, las instalaciones de almacenamiento o fabricación que contienen químicos industriales y otros materiales tóxicos están ubicados cerca de los centros urbanos; por lo tanto, los ataques a instalaciones químicas son el equivalente funcional de un ataque con armas químicas", subraya el profesor Arcos.

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