Vertido

La Xunta de Galicia limita a 30 las playas con plásticos y pide a los voluntarios una recogida "controlada"

La vicepresidenta Ángeles Vázquez da las gracias a los ciudadanos que por su cuenta "peinaron" los arenales y anuncia que 200 efectivos limpian las playas Sostiene que las bolas "no son tóxicas ni peligrosa"

Ángeles Vázquez con Gonzalo Trenor, rumbo a Sálvora, aunque el mal tiempo les obligó a dar la vuelta.

Ángeles Vázquez con Gonzalo Trenor, rumbo a Sálvora, aunque el mal tiempo les obligó a dar la vuelta. / FDV

Irene Bascoy

Las bolitas de plásticos que arrojó al mar el 'Toconao' , al perder un contenedor, a su paso por aguas lusas hace un mes, han llegado a treinta playas de Galicia, en algunos casos de forma “testimonial”. Y doscientos operararios de la Xunta trabajan para eliminar estas pequeñas bolas blancas de los arenales y el número “será incrementado en los próximos días”. Estos son los primeros datos que ofreció ayer el Gobierno gallego y que empiezan a permitir dimensionar los efectos de este vertido, más allá de la polémica política que se ha destadado por la proximidad de las elecciones autonómicas del 18 de febrero.

Después de un fin de semana con voluntarios anónimos en las playas gallegas de las tres provincias costeras recogiendo con sus propios medios las bolas blancas, la vicepresidenta y conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, dio las gracias a los ciudadanos por su labor solidaria, pero también les rogó que a partir de ahora si vuelven a los arenales a ayudar a limpiar lo hagan de forma “controlada, consensuada, organizada y con sentidiño”.

Ángeles Vázquez intentó ayer desplazarse sin éxito, debido al mal tiempo, a la isla de Sálvora, donde en dos de sus arenales se detectaron las bolitas blancas. Igual que en Ons. Al ser reservas naturales, la Xunta envió efectivos para su recogida. En Cíes y Cortegada, no se han descubierto estos plásticos.

La vicepresidenta segunda también adelantó que los análisis de las bolas de plástico, hechos por el Centro Tecnológico de Investigación Multisectorial (Cetim), “no son tóxicas ni peligrosas, pero es plástico”. En concreto, están compuestas de tereftalato de polietileno, conocido como PET, un tipo de plástico de la familia de los poliésteres. También aseveró que en estos momentos no consta que haya aves o peces afectados por su ingesta.

Lo que la Xunta sigue sin saber es cúanto plástico ha llegado a las costas gallegas y exige esa información al Gobierno central. Por su parte, la delegación del Ejecutivo de Pedro Sánchez en Galicia explica que el barco de la armadora Maersk transportaba un contenedor con 1.050 kilos sacos de pellets de plástico, de 25 kg cada uno. Ese contenedor, aclara, cayó al mar, pero no saben cuántos de estos sacos salieron del contenedor y se rompieron y cuántos pueden estar aún dentro del contenedor en el fondo del mar.

La Xunta sostiene que “pondrá todos los medios necesarios” para eliminar las bolas de plástico de las playas, pero exige la colaboración del Gobierno central sin tener que elevar el nivel de alerta del Plan autonómico de contaminación marina, pasando del uno a dos, tal como le exige Madrid para poner medios a su disposición.

Ángeles Vázquez explicó ayer que si el Ejecutivo socialista hubiera activado el plan de contaminación en el mar, donde tiene competencias, las bolas de plástico no habrían llegado a las playas, y ellos no tendrían ahora que “eliminarlas, lo cual es muy complicado”. La vicepresidenta segunda asegura que si Madrid quiere puede facilitar recursos sin tener que elevar el nivel de alerta del plan gallego. Y la Xunta no quiere pasar al nivel dos porque “los técnicos lo desaconsejan”.

Tanto la vicepresidenta como el conselleiro do Mar, Alfonso Villares, volvieron a cargar contra el Gobierno central por haber “tardado 14 días en facilitar a la administración autonómica” la información de que los pellets estaban llegando a la costa gallega. Villares visitó ayer el buque Sebastián de Ocamo, en Vilagarcía, uno de los que traban en la detección de las bolas de plástico.

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La Xunta sostiene que es “complicada” la recogida de las bolas de plástico del “Toconao” y los voluntarios confirmaban el fin de semana este extremo, pues son microplásticos que son tan pequeños que incluso con coladores se escapan por los agujeros del filtrador. Sin embargo, la detección de estas bolas blancas puede ser más fácil de lo que en principio parecía. La empresa viguesa Merasys tiene un sistema llamado Pelltinel para poder monitorizar los microplásticos. Este proyecto surgió de la colaboración con Repsol y Fieldeas y utiliza cámaras de alta resolución e inteligencia artificial y drones para detectar, proteger, analizar y minimizar los efectos de vertidos de microplásticos como el que está teniendo lugar estos días en las costas gallegas.

“Es una herramienta ágil y sencilla que serviría para monitorizar las playas sin necesidad de voluntarios, y que permitiría saber donde están y cuántos microplásticos hay para así poder después organizar una limpieza de forma eficiente”, explicaba ayer Marcos López, uno de los responsables de esta firma viguesa. Merasys se ha puesto en contacto con la Xunta para ofrecer esta tecnología ya testada desde hace años.

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La cercanía de las elecciones autonómicas explica el cruce de acusaciones entre Xunta y Gobierno a cuenta de los pellets de plástico del 'Toconao' y ayer el ministro de Transportes, Óscar Puente, elevó el tono de la disputa. Si el día anterior, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, llamaba a Alfonso Rueda para ofrecer ayuda, ayer Puente usó X, antes Twitter, para acusar a la Xunta de “no hacer nada”.

El ministro salía en tromba con un hilo en la red social después de escuchar a Rueda en Madrid decir que “no es cierto” que el Gobierno le avisara el 20 de diciembre de la llegada de los pellets de plástico. También acusó a la oposición de hacer campaña descaradamente con este suceso.

Puente respondió que la Xunta sabía al menos desde el día 13 de diciembre por la llamada de un particular al 112 de la Xunta que había pellets de plástico en la playa de Espiñeirido, en Ribeira. “Desde ese día se han sucedido los avisos al 112 por personas e instituciones que han avistado restos en las costas. ¿Al señor Rueda no le dan traslado de estos hechos? ¿Nadie en su equipo se entera de lo que sucede?”, escribió el ministro. Puente mantiene que el 20 de diciembre el Gobierno informó a la Xunta de que un barco había perdido un contenedor con pellets de plástico y que el Ejecutivo dentro de sus competencias, “ha hecho y hace seguimiento vía satélite y con vigilancias aéreas programadas que concluyen que los residuos no están en el mar ni en las aguas costeras, y se encuentran en tierra”, que es competencia de la Xunta. La réplica a Puente vino por boca de Ángeles Vázquez: “Es momento de trabajar, de recoger los plásticos, de ser transparentes y de dar toda la información. No es momento de embarrar”.

Por su parte, el presidente de la Fegamp y alcalde socialista de Vilagarcía, Alberto Varela, acusó a la Xunta de “volver a abandonar a los municipios en una catástrofe medioambiental”.

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