La Guardia Civil intervino ayer en una cala y en un chalé de El Campello un alijo de unos 7.000 kilogramos de hachís, uno de los tres más importantes que se han decomisado hasta ahora en la provincia. En la operación de decomiso no fueron detenidos los traficantes implicados, aunque el dispositivo estaba en marcha para identificarlos y capturarlos, ya que los agentes antidroga de la Guardia Civil habían localizado incluso la vivienda utilizada para almacenar los fardos de hachís.

La operación antidroga se desencadenó pasada la medianoche de ayer. Los traficantes escogieron la noche de la cremà en Alicante para intentar sorprender a los agentes de la Guardia Civil, pero no tuvieron mucho éxito. Los controles habituales que establece la Comandancia para vigilar el litoral alicantino por mar y tierra permitieron detectar movimientos sospechosos de dos embarcaciones en la zona de El Campello, por lo que fueron movilizados hacia el lugar diferentes patrullas y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil.

Los encargados de transportar la droga debieron detectar que habían sido descubiertos porque al llegar la Guardia Civil se habían dado a la fuga abandonando los fardos de hachís en una cala próxima a la Venta Lanuza y Cala Merced, en el término municipal de El Campello pero cerca del municipio de La Vila.

Los guardias dieron una batida por la zona por si localizaban escondido a algún traficante, pero no localizaron a los implicados. Lo que sí encontraron fueron unos 4.000 kilos de hachís repartidos en más de cien fardos que acababan de ser desembarcados por dos embarcaciones.

Los especialistas del Grupo de Investigación Fiscal y Antidroga (GIFA) siguieron las pesquisas y ayer por la mañana localizaron un chalé próximo a la cala del desembarco y que podía estar relacionado con la red de narcos. Y así fue, ya que era utilizado para almacenar la droga antes de enviarla a su destino final con más seguridad y allí se incautó la Guardia Civil de otras tres toneladas de hachís.

Dada las dificultades de acceso a la cala donde abandonaron precipitadamente los fardos, parte del alijo fue trasladado por tierra a dependencias de la Benemérita y el resto fue llevado al puerto de Alicante en lanchas del Servicio Marítimo de la Guardia Civil.

El chalé utilizado para guardar la droga fue inspeccionado y la Guardia Civil busca ahora a los ocupantes del mismo para proceder a su detención.