La fiscalía de la cercana ciudad de Siegen, informó hoy de en dos de los tres cadáveres se han detectado rastros de violencia.

El primero de los tres cadáveres, al que ayer se le había practicado la autopsia, no había mostrado rastros de violencia por lo que la primera hipótesis fue de homicidio por negligencia.

La causa concreta de la muerte todavía no han podido determinarse y, en el caso del primero de las tres bebés que no mostró huellas de violencia, se barajan las hipótesis de que pudiese morir desangrada, ahogadas en su propio vómito o por los efectos del frío.

En los otros dos casos, no se descarta que la muerte haya sido el resultado de una acción violenta.

Los cadáveres de las tres bebés hallados en el congelador de una casa unifamiliar en Wenden-Möllmicke, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, corresponden a tres niñas, según confirmó la fiscalía.

La madre ha sido arrestada acusada de triple homicidio tras confesar que ocultó los cadáveres de tres de sus bebés recién nacidos en un arcón congelador de su casa.

La mujer, de constitución corpulenta y que ahora se encuentra en tratamiento psiquiátrico, declaró haber ocultado los embarazos a su marido, un hombre de 47 años.

Los cuerpos congelados de las criaturas fueron hallados casualmente el pasado sábado por el menor de los tres hijos del matrimonio, un adolescente de 18 años de edad, cuando, en ausencia de sus padres, buscaba una pizza para comer.

La Policía encontró los cuerpos de los bebés envueltos en toallas y metidos en bolsas de plástico en el fondo del arcón congelador, donde supuestamente deben haber reposado los últimos 20 años.

Una de los tres bebés murió muy probablemente en 1988, ya que un periódico de ese año fue encontrado junto a su cuerpo, señaló la policía, que subrayó que las criaturas no eran trillizos.