La mujer, madre de cuatro niños que tenían entre siete meses y 4 años en el momento de los hechos, se ha negado a declarar hoy ante el juez de la Sección vigésima de la Audiencia Provincial de Barcelona.

Por ello, se ha procedido a la lectura de la declaración que efectuó en el juzgado de instrucción, en la que explicó que las heridas fueron accidentales y que se las curó en su domicilio de Sabadell (Barcelona); porque no tenía medio de transporte ni dinero para un taxi para llevar al niño al Centro de Atención Primaria (CAP);.

Pero el fiscal sostiene que la acusada, Pilar F.A., provocó las heridas al menor y luego no lo llevó al médico, por lo que solicita seis años de cárcel por un delito de lesiones y la prohibición de acercarse ni comunicarse con él hasta cinco años después de haber cumplido la pena.

Según la Fiscalía, la procesada, en una noche entre finales de marzo y principios de abril de 2006, bien sea sola o junto con su compañero sentimental, que está desaparecido, cogió la mano izquierda de su hijo Samuel y la expuso directamente a un objeto candente, lo que le provocó quemaduras de tercer grado.

Luego, según la acusación pública, la procesada no le proporcionó la atención que el niño exigía porque quería ocultar la lesión que ella misma había provocado.

No fue hasta el 11 de abril de 2006, pasados unos días del incidente y al ver que la herida no mejoraba, cuando la imputada llevó finalmente al niño al CAP de la Creu Alta de Sabadell, donde se le advirtió de que el niño, además de arañazos en la mejilla y raquitismo, tenía una posible necrosis en la mano y que debía someterse a una intervención quirúrgica urgente en el Hospital Parc-Taulí.

La acusada hizo caso omiso de esa advertencia y llevó esa misma tarde al niño a otro CAP de Sabadell, donde se le hizo el mismo diagnóstico y se le remitió, en este caso, al Hospital del Valle de Hebrón de Barcelona, pero la procesada, por segunda vez, no llevó al menor al centro para que se le efectuara la pertinente operación.

Al percatarse la dirección general de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA); de la Generalitat de que el niño no había sido ingresado en ninguno de los dos centros, se inició al día siguiente un dispositivo policial para localizar al menor.

El agente que dirigía la unidad ha asegurado hoy en el juicio que tuvieron que forzar la puerta del domicilio porque la procesada se negó a abrir la puerta y que, una vez en el interior, la hallaron escondida en un rincón.

También ha explicado el policía que el menor herido no se encontraba en el domicilio de su madre, sino en el de unos amigos de la suegra de la imputada, situado en otra parte de Sabadell.