La sentencia de la Sección Cuarta, a la que ha tenido acceso EFE, condena a M.L.U., de 31 años, a cuatro meses de prisión por un delito de incendio y a nueve meses por quebrantamiento de medida judicial, ya que en septiembre de 2006, y pese a las órdenes de alejamiento que pesaban sobre él, llamó varias veces a su ex pareja "pidiéndole otra oportunidad".

Su pareja M.M.G.O. accedió a principios de noviembre de 2006 a reanudar la convivencia hasta que el 21 de noviembre, tras regresar a la vivienda de Lora de Estepa (Sevilla); borracho y drogado, el acusado mantuvo con ella una fuerte discusión en la que llegó a tirar muebles por el suelo y golpear a la mujer.

"Ante la violencia desplegada por el acusado", según la sentencia, la mujer dijo que iba a dar cuenta a las fuerzas del orden, por lo que el procesado, movido por el "miedo a las consecuencias penales y vitales de la denuncia", anunció que se iba a suicidar.

Entonces se encerró en el dormitorio, bloqueó la puerta con el armario y prendió fuego a las cortinas, tras lo cual el fuego se propagó por la habitación e inundó la vivienda de humo.

Dos guardias civiles que acudieron a la vivienda, la ex compañera y una hija de 13 años resultaron levemente intoxicadas al intentar rescatar al acusado, que "seguía encerrado en el dormitorio, parapetado tras el armario y con la intención de acabar con su vida" hasta que uno de los agentes consiguió romper la puerta y sacarle.

La sentencia rebaja sustancialmente la condena respecto a los 18 años y medio de cárcel que pidió el fiscal porque los jueces consideran que el incendio ocasionado no supuso peligro para la vida de las personas, por lo que la condena por este delito se rebaja de los 12 años solicitados a 4 meses.

Además, los jueces rechazan condenar por varios delitos de lesiones, supuestamente causadas a las personas intoxicadas, porque tales delitos deben ser dolosos y en este caso "el acusado no pretendía lesionar a terceros, sino suicidarse".

Los jueces le aplican también la eximente trastorno mental por actuar bajo los efectos del alcohol y las drogas para rebajar las condenas por quebrantamiento de medida cautelar y maltrato doméstico habitual, penas que se sitúan en cuatro meses de cárcel y 14 días de trabajo para la comunidad, respectivamente.

Precisa la sentencia que los dos perros de la familia murieron por inhalación de humo y que la casa resultó con desperfectos valorados en 1.425 euros, de cuyo pago será responsable el condenado.