La provincia de Teruel continúa con seis incendios forestales sin extinguir, de los que tres se consideran controlados y otros tres están estabilizados, es decir, activos dentro de un perímetro del que no salen las llamas.

Así lo han explicado en rueda de prensa los consejeros aragoneses de Medio Ambiente, Alfredo Boné, y Política Territorial, Justicia e Interior, Rogelio Silva, en una rueda de prensa en la que han hecho balance de situación de los incendios forestales, que han afectado a un perímetro de 12.031 hectáreas en las provincias de Teruel y Zaragoza.

Permanecen activos, aunque estabilizados, los incendios de la zona de Aliaga, Ejulve, La Zoma, Cañizar del Olivar y Villarluengo, donde se han visto afectadas 7.656 hectáreas; Cedrillas, Conrbalán, Cuevas Labradas y El Pobo, con 1.053 hectáreas, y Los Olmos, con 670.

Ya han sido controlados hoy los de Alloza y Andorra, con 1.685 hectáreas afectadas, mientras que los de Valdetormo y La Fresneda, con 283 hectáreas, y Mazaleón, con 84, se controlaron ayer.

Además, en la provincia de Zaragoza, el pasado viernes fue extinguido el incendio declarado en la zona de Morés, Chodes, Morata y Arándiga, que afectó a 600 hectáreas.

El perímetro total afectado suma 12.031 hectáreas, si bien dentro del mismo hay zonas que se han salvado por el momento de las llamas, ha precisado Boné.

El consejero de Medio Ambiente ha subrayado que en los incendios controlados la situación no está "resuelta", puesto que se trata de una superficie "enorme" con focos calientes en los que las brasas podrían reactivar el fuego.

En caso de reactivación, las llamas podrían arrasar las zonas que hasta ahora se han salvado dentro del perímetro afectado, o incluso saltar más allá del propio perímetro delimitado por los equipos de extinción.

La previsión meteorológica no es favorable, puesto que podrían repetirse temperaturas de hasta 40 grados y rachas fuertes de viento que complicarían la extinción definitiva de los incendios.

En las labores de extinción trabajan en torno a un centenar de personas y la calificación de los incendios ha bajado de nivel 2 a 0A, una vez retirada ayer a última hora la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Boné ha explicado que la superficie afectada podría ser del doble o el triple si los equipos de extinción no hubieran llegado a controlar "puntos críticos" en los que se evitó el salto del fuego a nuevas masas forestales.

Este fue el caso de la carretera de Ejulve a Villarluengo, el frente de Cañizar del Olivar, el cruce del Guadalope y la carretera de Montoro y el río Campos a la altura de la piscifactoría de Aliaga.

Asimismo, Boné ha destacado que la red de cortafuegos de la zona ha sido fundamental para frenar los frentes, aunque ha admitido que el Gobierno de Aragón tiene que continuar con la mejora y refuerzo de las infraestructuras.