Josué E. de la H., acusado del asesinato del joven Carlos Palomino, ha asegurado hoy ante el juez de la Audiencia Provincial de Madrid que apuñaló al joven de 16 años "por instinto" al verse amenazado por "esas personas armadas", que le produjeron "miedo".

"Me vi acorralado por esas personas armadas, me entró miedo, pensé que si se me lanzaban no saldría vivo de allí. Me salió el instinto. Noté que me rodeaban, me dijeron: 'de aquí no vas a salir, fascista de mierda'", manifestó en este primer día de juicio.

"Saqué mi navaja porque me señalaron y uno sacó un puño americano", prosiguió Josué, quien negó ser neonazi, sino solamente un "español que le gusta que gane la Selección española". Asimismo, negó que ese día acudiera a la manifestación convocada por las juventudes de Democracia Nacional y declaró que iba a cenar a Villaverde con unos amigos.

La Fiscalía pide 29 años de prisión para Estébanez por el apuñalamiento de Palomino el 11 de noviembre de 2007 en un vagón del Metro de Madrid en la estación de Legazpi, cuando el menor supuestamente se dirigía a sabotear una manifestación de ultraderecha a la que acudía el acusado.

Según el relato de hechos que figura en el escrito del Ministerio Público, sobre las 12:00 horas de ese día Josué, al percatarse de que en el andén esperaba un grupo de jóvenes antifascistas "sacó una navaja", la ocultó en la cara posterior del antebrazo y permaneció cerca de una de las puertas mientras entraban los jóvenes, entre ellos Carlos Palomino.

La Fiscalía agrega que Palomino realizó unos comentarios al acusado, "cuyo contenido se desconoce" y a los que éste respondió "de manera inesperada y con la finalidad de acabar con su vida, clavándole directamente en el corazón la navaja", lo que provocó la muerte casi inmediata del joven.

Concentración

Un centenar de amigos y compañeros de Carlos Palomino se concentraron esta mañana a las puertas de la Audiencia Provincial de Madrid para reclamar una condena contra su asesino que se sentará hoy en el banquillo de los acusados.

Rodeados por un amplio dispositivo policial, los amigos del joven asesinado lanzaban insignias de tipo "Carlos, hermano, nosotros no olvidamos". La cabecera de la concentración exhibía un cartel en el que se leía: "Vuestro asesinato no quedará impune".

Mavi, la madre del joven asesinado, se acercó a la Audiencia "con ganas de que se celebre ya la vista oral". "Espero ser civilizada, transmitirle algo con mi mirada. Quiero verle", aseveró. "Confío en la justicia. Es mi fe, ante ella me mantengo, quiero una sentencia ejemplar".

El día de su muerte, el joven fallecido iba a reventar con otros simpatizantes de la ideología antifascista una manifestación convocada por las Juventudes de Democracia Nacional, de extrema derecha.