El presidente del Club de Baloncesto Lucentum, Luis Castillo, negó ayer ante la juez cualquier tipo de irregularidad en la gestión del Gran Hotel Campello y aseguró que no tenía ninguna responsabilidad dentro de la empresa, donde era un mero accionista. El juzgado de Instrucción número nueve de Alicante investiga una querella presentada por uno de los socios por supuestas irregularidades en la contabilidad del establecimiento.

La querella fue presentada por uno de los socios de la mercantil que explota el citado establecimiento que les imputa los presuntos delitos de apropiación indebida, administración fraudulenta y falsedad en las cuentas. El querellante sostiene que hay un agujero contable en la empresa cercano al millón de euros.

Tanto Luis Castillo, como su hermano Juan Carlos, que era el administrador único de la empresa, fueron citados ayer en calidad de querellados, en un interrogatorio en el que ambos se negaron a contestar a las preguntas de la acusación particular y sólo respondieron a su abogado. La Fiscalía no ha intervenido en el procedimiento. Los dos hermanos negaron todas las acusaciones.

Luis Castillo aseguró ayer que sólo era un accionista de la mercantil, ya que cuando se adquirió el hotel, él trabajaba en la Diputación a dedicación completa, por lo que no intervino en la gestión de la empresa. En este sentido, aseguró que ni había tenido acceso a las cuentas de la sociedad, ni tuvo capacidad para firmar nada. Según declaró, se limitó a ser un socio más, acudiendo a las reuniones a las que se le convocaba. El empresario aseguró que vendió todas sus participaciones de la empresa a finales de 2011. Para Luis Castillo, se ha usado su trascendencia pública para tratar de hacer daño a su hermano y apostilló que la querella se había presentado contra él a pesar de que el denunciante sabía que él no tenía nada que ver con la gestión de la empresa. El presidente del Lucentum tildó de "tendencioso" el informe pericial encargado por el querellante en el que supuestamente se reflejan las irregularidades contables en la empresa.

El perito que ha elaborado ese informe declarará hoy como testigo, junto a otros empleados del hotel. La querella sostiene que los dos hermanos habrían llevado a cabo una estrategia mercantil para hacer desaparecer hasta un millón de euros, derivados de las ventas de comida y bebida.

Por su parte, Juan Carlos Castillo desvinculó a su hermano de la toma de decisiones de la empresa, así como también negó la existencia de cualquier tipo de irregularidad. En este sentido, aseguró a la juez que el informe contable en el que se basan las irregularidades denunciadas era una "barbaridad", porque sólo tenía en cuenta los ingresos por comidas y bebidas, cuando hay otro gasto contable que es el de alojamientos que también engloba esos gastos. Asimismo rechazó que hubiera mala gestión en la empresa para la que se han contratado a los mejores profesionales del mercado.