La Policía Nacional investiga un robo ocurrido días atrás en un domicilio de Valencia en el que la víctima, un hombre que vive solo, denunció haber sido narcotizado por el delincuente con algún tipo de droga como la escopolamina, conocida vulgarmente como burundanga. Se trata de una sustancia tóxica que elimina la memoria de quien la ingiere, lo que dificulta la labor de la policía a la hora de identificar al autor del delito.

Según denunció la víctima en la comisaría de Abastos, cuyo grupo de investigación ha asumido el caso, en la noche del lunes de la semana pasada conoció a un hombre con el que, al parecer, llegó a tomar varias copas en un local de ocio. Al término de la velada, decidió invitarle a subir a su casa para tomar una última consumición.

Según reflejó en su denuncia, al despertarse, se percató de que le faltaban al menos dos cuadros de su colección, cuyo valor no ha trascendido, así como dinero y algunas joyas.

El hombre explicó a la Policía que estaba convencido de que su acompañante le había añadido algún tipo de droga a su bebida sin que él se diese cuenta, ya que se sumió en un sueño profundo y, al despertarse, se sentía desorientado y confuso.

En Valencia apenas suelen darse casos de robos o abusos sexuales en los que el delincuente someta la voluntad de su víctimas prevaliéndose del uso de la escopolamina, aunque en Madrid, por ejemplo, la Policia ha alertado sobre el aumento de delitos en los que se entremezcla el uso de la burundanga.

La escopolamina es altamente tóxica y suele venderse en polvo -existen anuncios en internet que oferta los 50 miligramos a 150 e- y cuyos síntomas son la alteración de la percepción de la realidad, delirios y pérdida de memoria.