El hombre cuyo cadáver apareció el sábado en la playa oriolana de La Zenia envuelto en plástico y precintado estaba desnudo y aunque tenía las manos cruzadas a la espalda no estaba maniatado. La Guardia Civil continúa haciendo pesquisas para tratar de identificar a la víctima y aunque está a la espera de la autopsia baraja un ajuste de cuentas como móvil del crimen. El juzgado de Instrucción número 3 de Orihuela ha asumido la instrucción del caso.

La autopsia al cadáver aún no se ha realizado, aunque en un primer examen del forense realizado en la playa donde apareció el cuerpo ya apreciaron golpes en la cabeza, espalda y un hombro, según informaron fuentes cercanas al caso.

La víctima podría presentar otras lesiones, ya que en el primer examen realizado en el lugar del hallazgo no le dieron la vuelta al cadáver dado su estado tras estar varios días en el mar y con el fin de facilitar la posible identificación mediante la toma de huellas dactilares. Por ello, los agentes y la comisión judicial solo le vieron la espalda.

Los autores del crimen se tomaron su tiempo para envolver perfectamente el cadáver. Estaba envuelto en sábanas y con plástico y con cinta adhesiva negra lo cerraron por completo. También le rodearon toda la cabeza con la misma cinta negra.

La Guardia Civil está rastreando su base de datos de denuncias de personas desaparecidas por si localiza alguna cuyo perfil coincida con el del hombre hallado en La Zenia. La víctima es un hombre de 1,80 de estatura, pelo castaño corto y complexión fuerte. Aunque en la zona donde apareció el cadáver no constan personas desaparecidas con ese perfil, no ha trascendido si la Guardia Civil ha localizado alguna pista sobre la posible identidad del fallecido.