Sólo uno de los seis acusados admitió ayer su participación en el asalto mortal en abril de 2010 a la casa de los Berasaluce en Novelda. El juicio por estos hechos arrancó ayer en la Audiencia Provincial, donde la Fiscalía solicita penas que suman más de 200 años de prisión por los delitos de homicidio, robo con violencia y tenencia ilícita de armas. Las acusaciones sostienen que los asaltantes fueron al chalé al haber recibido la información de que la pareja guardaba un millón de euros en una cámara acorazada junto a su dormitorio, información que habrían recibido del jardinero de la finca. Francisco Luis Berasaluce de 78 años falleció desangrado tras recibir un disparo en la pierna; mientras que su esposa, Susanne Bresing Hall, de 69, murió por los golpes.
Marius P. no sólo reconoció que intervino en el asalto que acabó con el doble homicidio del empresario marmolero y de su esposa, sino que señaló a los otros dos acusados que le acompañaban esa noche: Ionut R. D. y Nistor C. D. Según su testimonio, fue Ionut quien mató a la pareja y cuando trató de recriminárselo éste le contestó que el empresario «merecía morir porque había intentado matarle». Según su versión, llegó a mantener un forcejeo con él para quitarle la escopeta que le había arrebatado al dueño de la casa y con la que ahora pretendía dispararle en la cabeza. El procesado también exculpó a su esposa Cosmina C. N., también imputada por su supuesta participación en el golpe. Los otros dos acusados, que participaron con él en otros robos por otras provincias españolas, negaron cualquier relación con este atraco.
Marius P., que está defendido por la abogada Nuria García, se había negado a declarar desde su detención en noviembre de 2011. En abril de 2013, pidió comparecer voluntariamente en el juzgado de Novelda, una comparecencia en la que ayer se ratificó y en la que implicaba a los otros dos acusados. La confesión se produjo una vez que la Guardia Civil había encontrado tanto restos de sangre como huellas de este acusado en el escenario del crimen. «Lo que pasó esa noche fue una locura y el que ha sido no quiere admitir su culpa», aseveró ayer Marius al tribunal, que dijo que Ionut había prometido que «se comería ese marrón». El acusado declaró que Ionut le propuso en 2009 el asalto a la casa de Novelda cuando estaban viviendo en Roquetas de Mar asegurando que tenía muy buena información. Según su relato, fueron a la casa del matrimonio el día anterior a los hechos pero tuvieron que abortar el golpe al detectar que la pareja estaba en la casa. Al volver al día siguiente, todas las luces estaban apagadas pero pronto se encontraron con que sí que había gente en la vivienda y que el hombre comenzó a dispararles con una escopeta desde la ventana. «Disparé tres veces, pero sólo para asustarle y darle a entender que nosotros también íbamos armados», explicó. Otro de sus acompañantes lanzó una piedra contra la ventana rompiendo el cristal, momento que los asaltantes aprovecharon para entrar. Cuando Ionut empezó a agredir al empresario y él se lo recriminó, éste respondió que ya no importaba porque había matado a la mujer arriba. Finalmente, según dijo, se marcharon con un botín de tan sólo 8.450 euros.
El testimonio de Marius no es el único que implica a los acusados. En su día, también les implicó en el golpe la que era la pareja sentimental de Ionut R. Esta mujer estaba propuesta como testigo pero no ha podido ser localizada para el juicio. Ionut R., que está defendido por el letrado Roberto Sánchez, aseguró que su exnovia había declarado contra él por venganza, porque la había echado de casa y le había quitado el coche y que había llegado a denunciarle falsamente por amenazas cuando él ya estaba en prisión. Ionut señaló que ha admitido haber participado en otros robos, pero aseguró que jamás tuvo nada que ver en el de la casa de Novelda. De todas maneras, aseguró que estuvo un tiempo viviendo en la localidad y allí se hablaba de que había un matrimonio de personas mayores que guardaba mucho dinero en casa. Ionut aseguró que desconocía el por qué Marius trataba de incriminarle y señaló que estando en prisión llegó a manifestarle celos por su esposa. Según dijo, toda la correspondencia que le escribió desde prisión era para dar consuelo a un amigo y no para decir que no hablara.
Por su parte, el tercer acusado de haber intervenido en el asalto, Nistor C. D., aseguró que solía llevar a Marius en coche y que vivía cerca de su casa en Almería, pero que acabaron discutiendo porque siempre estaba borracho, hasta el punto de que le dijo que no volviera a su casa porque estaba dando mal ejemplo a su sobrino. La esposa de Marius, Cosmina C. N., negó también haber participado en el asalto.
