El empleado acusado de idear el asalto a una finca de Novelda el 12 de abril de 2010, que terminó con la muerte de un conocido empresario y su mujer, ambos de edad avanzada, ha negado hoy tal extremo, así como haber proporcionado información a los presuntos autores materiales del crimen.

Según fuentes judiciales, este trabajador supuestamente habría proporcionado la localización de la caja fuerte y dado datos sobre la seguridad de la vivienda y las costumbres de los señores para facilitar el robo a los otros detenidos.

El doble crimen conmocionó a los habitantes de esta localidad de unos 30.000 habitantes ya que el fallecido por un disparo era un conocido empresario del mármol, Francisco Beresaluze, ya retirado a sus 78 años, y también murió a golpes su esposa, la alemana Susanne Brensing Hall.

Durante la primera sesión del juicio por estos hechos que se ha celebrado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Alicante, el acusado se ha acogido a su derecho de contestar sólo a las preguntas de su abogado, y ha afirmado que "no habló con nadie de nada de la finca".

Aunque sí ha desvelado que se sentía "orgulloso de trabajar para una persona importante" de la ciudad y que "alardeaba de ello" ante todos sus amigos, pero en todo caso ha negado conocer cuánto dinero podría haber en la casa ni donde lo guardaba el dueño.

También ha explicado que tanto él como el encargado del chalé (no acusado) no trabajaron el día que tuvieron lugar los hechos porque era festivo y habían cambiado el turno al domingo previo para poder librar.

Por su parte, cuatro de los otros cinco acusados, entre ellos los supuestos autores materiales del asalto, han negado en todo momento durante su declaración que conocieran a este empleado de la casa.

El quinto, en cambio, sí ha reconocido que coincidió con él en tres ocasiones, pero sólo para comprarle una furgoneta.

De esta forma, se ha desdicho de su declaración durante la instrucción ante la Guardia Civil y el Juzgado de Novelda en la que afirmaba que el robo lo habían preparado él mismo y tres hombres más (todos ellos detenidos y juzgados hoy), pero que fue el trabajador de la finca quien "lo propuso" y al que le ofrecieron 15.000 o 20.000 euros del botín.

En este sentido, en varias ocasiones durante el juicio los distintos magistrados han preguntado a los acusados sobre si en alguna de las supuestas conversaciones para tramar el golpe se había hablado de que el empresario tuviera en su casa cerca de un millón de euros.

En su calificación, el Ministerio Fiscal estima que la suma de lo sustraído por los detenidos, todos ellos de nacionalidad rumana, fue de 120.000 euros.

A este respecto, el único de los acusados que ha admitido conocer el crimen y que ya confesó los hechos en abril de 2013 de forma voluntaria, ha asegurado que el botín total tras el asalto ascendió a poco más de 8.400 euros en total.

Además, este procesado ha mantenido en todo momento que los autores materiales del asalto fueron él y dos más, pero que sólo uno de ellos fue quien terminó con la vida del empresario y su esposa.

Ha contado que no esperaban que hubiera nadie en casa y que fue el propietario de la vivienda quien abrió fuego contra ellos en un primer momento.

De hecho, según su relato, el golpe debía haberse llevado a cabo el día anterior pero al llegar al chalé vieron luz y decidieron aplazarlo.

El supuesto autor de las muertes, acusado por el anterior procesado, ha negado durante su declaración, incluso, haber participado en los hechos.

Está previsto que el juicio se prolongue hasta el próximo jueves.