Los pederastas en España solo reciben tratamiento cuando delinquen y entran en prisión. A diferencia de otros países, como Alemania, Canadá o Estados Unidos, no existen programas públicos de atención para prevenir la pederastia, lo que evitaría que más de un pedófilo abuse de menores. Así lo expusieron ayer los policías y criminólogos Rafael Fonseca y Javier Santos, éste último también psicólogo, durante el curso sobre «Corrupción de menores y nuevas tecnologías» que ha organizado el Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Alicante, en el que también interviene el especialista Marcos E., de la Comisaría Provincial. Medio centenar de policías de las comisarías de la provincia participan desde ayer en este curso para aprender técnicas de investigación para detectar pederastas en la red y cómo es el perfil de este tipo de personas.
Según Fonseca, no todos los pedófilos tienen por qué delinquir, pero en España estas personas que necesitan ayuda no pueden acudir a programas públicos de prevención. Por ello, plantean la necesidad de instaurar este tipo de programas que están dando resultados muy positivos y el nivel de reincidencia es cero. Así, señala que en Alemania «más de 300 pedófilos que no han querido delinquir y han participado en un programa público gratuito para ser atendidos»
De los casos de abusos a menores solo se denuncian entre un diez y un doce por ciento y entre un 65 y un 80 por ciento se producen en el seno de la familia o en su entorno, señalan estos expertos, quienes destacaron que ahora los niños ya denuncian más los tocamientos antes sus progenitores y «son más creíbles, que no siempre ha sido así».
Inteligencia media
En el repaso sobre el perfil del pederasta señalaron que se trata de un hombre «introvertido, de entre 30 y 40 años, inteligencia media, perfil laboral cualificado e inseguro». Sobre si un pedófilo nace o se hace existe una controversia entre los científicos, pero Fonseca apunta que «parece más bien que son factores ambientales que se cruzan en la vida del niño, cuando despierta su sexualidad, entre la infancia y la pubertad».
Los estudios apuntan también que el cuarenta por ciento de las víctimas de abusos cuando eran menores de edad no tiene repercusión psicológica. Fonseca alerta de que los abusos a menores «es algo más habitual de lo que pensamos y no hay una atención preventiva». El 20 por ciento de la población ha sido víctima en alguna ocasión de abusos sexuales y solo entre diez y el quince por ciento de los abusadores conocían a su víctima.
En el curso del SUP los expertos abordaron también el «cortejo del pederasta», que es «innecesario» en el ámbito familiar. Según Fonseca, la victimización «es peor si el abusador es de la familia». El objetivo de los creadores de este curso es darlo «online», ampliarlo de dos a tres días e impartirlo por todo el país. Antes de comenzar el curso en la Politécnica de Alicante se guardó un minuto de silencio en recuerdo de la policía asesinada en Vigo.
