Los 465 kilogramos de cocaína incautados la semana pasada por la Guardia Civil en el puerto de Torre de la Horadada tienen un valor de algo más de 16 millones de euros, según la estimación ofrecida ayer por el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Serafín Castellano. Dicha valoración podría al menos triplicarse si se tiene en cuenta que tiene una elevada pureza al consumidor final llegará adulterada con un mínimo de dos cortes.

El juzgado de Instrucción número 2 de Orihuela decretó el ingreso en prisión de los dos arrestados en la operación, según informó el Tribunal Superior de Justicia. Por su parte, la Guardia Civil trata de identificar y detener a otros implicados en el alijo.

Castellano acudió a la Comandancia de Alicante para informar de esta incautación de cocaína, una de las más importantes realizadas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Acompañado del general jefe de la VI Zona de la Guardia Civil, Fernando Santafé, del coronel jefe de Alicante, Antonio Roberto Lázaro, y del subdelegado del Gobierno, Alberto Martínez, Castellano destacó «la profesionalidad y eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la lucha contra el narcotráfico».

Al estar la operación aún abierta no ofrecieron muchos detalles sobre la operación antidroga realizada a escasos metros del cuartel de la Guardia Civil en Pilar de la Horadada. La embarcación de recreo donde se incautó la droga, de 10 metros de eslora, realizó movimientos extraños frente al puerto de la pedanía pilareña de Torre de la Horadada, lo que despertó las sospechas de los agentes. El barco fue inspeccionado y descubrieron 13 frados con 465 paquetes de un kilo de cocaína cada uno, por lo que fueron detenidos el dueño de la embarcación, de 70 años, y su hijo de 43 años. El primero no tiene antecedentes y el segundo sí pero no relacionados con el tráfico de drogas.