La Policía Nacional investiga desde la madrugada de ayer la muerte de la empresaria Sonia Meléndez Mitre. Sus familiares localizaron el cuerpo sin vida de la gijonesa de 48 años alrededor de las once de la noche del jueves. El cadáver se encontraba en el suelo de una de las habitaciones de la vivienda. Las marcas de violencia que presentaba el cuerpo hicieron presagiar desde un primer momento a los investigadores que se encontraban ante un asesinato. El resultado de la autopsia, conocido a última hora de la mañana de ayer, confirmó los peores augurios.

La hostelera había quedado con un camarero que trabajó en su negocio durante años. «Quería hablar con ella y tomarnos un café sin más. Tardaba mucho, no contestaba al teléfono y nos extrañamos», señaló ayer el extrabajador, quién había mantenido una relación sentimental con Sonia. El propio camarero llamó por teléfono a los familiares que se desplazaron hasta el edificio dondevivía ella. Cuando accedieron al interior del inmueble, no pudieron contener la emoción. Los gijoneses se encontraron con el cuerpo sin vida de Meléndez Mitre en el suelo de una de las habitaciones. Poco después del brutal hallazgo llamaron a los agentes de la Policía Nacional de la Comisaría de El Natahoyo.

La Policía Nacional baraja como principal hipótesis un ajuste de cuentas y tratan de fijar la hora de la muerte. En las últimas horas los investigadores han interrogado a varias personas de su entorno.

La puerta de la vivienda no estaba forzada. Los investigadores creen que Meléndez Mitre conocía a su agresor y que le dejó entrar en la vivienda. Los funcionarios no descartan aún ninguna hipótesis.