La autopsia practicada a los restos de la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem, de 41 años y asesinada en León, ha determinado que murió de una brutal paliza al presentar numerosas fracturas en distintas partes de su cuerpo, la más grave la rotura de la base del cráneo, si bien no fue agredida sexualmente, informa Efe. Según confirmaron a Efe fuentes de la investigación, el cadáver también tenía rotas las mandíbulas, además de varios dientes, diversas costillas y el cartílago de la laringe, por lo que la causa más probable de la muerte pudo ser los numerosos golpes que recibió.

Los investigadores consideran que la mujer fue agredida por la espalda lo que puede ser determinante a la hora de calificar su muerte como un asesinato y no un homicidio, ya que no tuvo opción de defenderse. El cadáver presentaba además la amputación de las dos manos que el sospechoso de su muerte confesó haberle cortado.