Miguel Álvarez Garneria, un arquitecto de 49 años y profesor de la Universidad Politécnica de Valencia, encontró la muerte el pasado martes por la noche cuando practicaba «running» por la carretera CV-401, que une Alfafar y El Saler. El hombre había salido a correr por las proximidades de su domicilio, un bloque de apartamentos próximo a la playa, pero se le hizo de noche antes de regresar. Un vehículo en el que viajaba un matrimonio y sus dos hijas menores lo arrolló de forma accidental cuando el «runner» volvía a casa por esta carretera sin arcén y con nula iluminación. El golpe resultó mortal y aunque los servicios médicos lograron trasladar al peatón todavía con vida al Hospital La Fe, una vez allí se certificó su fallecimiento.

El conductor del coche, que dio negativo en alcohol y drogas, tuvo que ser atendido tras sufrir una crisis de ansiedad. El hombre, de 43 años, aseguraba que no había visto al corredor y no pudo evitar el atropello. Según las fuentes consultadas, el fallecido no portaba ningún elemento reflectante.