Jubilados, parados e ingenieros informáticos figuran entre los 56 pedófilos detenidos en 28 provincias por la Policía Nacional -3 de ellos en Alcoy, Elche y Mutxamel- por distribuir por internet imágenes de abusos graves a bebés y niños de hasta 9 años con el amparo de una creciente comunidad pedófila internacional en la red.

Una «importante» operación que demuestra, en palabras del director general de la Policía, Ignacio Cosidó, que «todo el que pueda tener la tentación de poseer y distribuir pornografía infantil tiene probabilidades muy altas de ser detectado». Porque tras año y medio de investigaciones y la intervención de 150 agentes de 33 unidades especializadas, coordinadas por el grupo tercero de protección al menor de la Brigada Central en Madrid, la Policía ha arrestado a lo largo de varios meses a 56 hombres, la mayoría de entre 40 y 60 años, que desde sus domicilios compartían material pornográfico a través de los llamados programas de intercambio de archivos «Peer to Peer».

El inspector jefe del grupo tercero de protección al menor de la Unidad de Investigaciones Tecnológicas (UIT), Luis García Pascual, explicó que en estas redes se aloja la mayoría del contenido pornográfico infantil internacional de fácil acceso para los pedófilos.

Se trata de material «antiguo» pero de extrema gravedad con abusos a menores. En un primer análisis de parte de los 173 discos duros incautados y más de 600 CD y DVD con varios gigas de fotografías y vídeos, los agentes han comprobado que se trata, en su mayoría, de niños y niñas de origen asiático y sudamericano.

De este primer visionado, la Policía no ha detectado que ninguno de los detenidos cometiera los abusos, pero sí ha demostrado que todos ellos «conscientemente» eran consumidores de esas imágenes e, incluso, algunos ya habían sido arrestados con anterioridad por los mismos hechos.

Fue a principios de 2015 cuando los agentes comenzaron a rastrear una red P2P para identificar a usuarios que pudieran estar distribuyendo material pornográfico de menores en internet. Una vez monitorizada esta aplicación, los investigadores lograron identificar a 73 usuarios de interés pedófilo ubicados en España.

Pascual insistió en que, si bien no existe un perfil del pedófilo, sí que en todas las operaciones que se desarrollan contra la pornografía infantil se cumplen una serie de patrones, como el hecho de que sus usuarios son personas que pasan bastante tiempo en casa o que se vienen «abajo» y sienten vergüenza cuando son descubiertos. Estos usuarios refuerzan su pedofilia en una comunidad «on line» que alberga foros donde se intercambian opiniones y donde son frecuentes los comentarios que normalizan la pedofilia como una opción sexual.