Dos guardias civiles evitaron la muerte por asfixia de una mujer en la noche del sábado al domingo en San Isidro, según informaron ayer desde el Instituto Armado.

Los hechos se produjeron en el interior del domicilio, durante el transcurso de la cena, cuando una mujer de 48 años se introdujo en la boca una gran cantidad de comida y comenzó a asfixiarse, no pudiendo tragar ni respirar.

Una vez los agentes en el lugar, observaron un elevado número de vecinos en la puerta del edificio pidiendo auxilio sanitario, hallando una vez dentro de la casa a la mujer tendida en el suelo y su sobrina practicándole la reanimación cardiopulmonar. Fue entonces cuando los agentes comprobaron que la víctima no tenía pulso, iniciando el procedimiento de primeros auxilios consistente en la maniobra de «Heimlich», incorporando el cuerpo de la mujer a fin de poder abrir las vías respiratorias. Tras varios intentos fallidos, optaron por volver a practicar la reanimación cardiopulmonar, de forma enérgica y constante, durante un largo periodo de tiempo, necesitando por ello la ayuda de la sobrina de la víctima, y logrando finalmente, recuperar el pulso de la mujer.

Gracias a la rápida actuación de los dos guardias civiles, se pudo recuperar el pulso de la persona auxiliada, logrando mantenerla con vida hasta la llegada de los sanitarios, que la intubaron y trasladaron a un centro hospitalario.