La Policía Nacional ha detenido en València a tres personas como supuestas integrantes de una organización criminal itinerante que ha defraudado más de 300.000 euros a través de una «estación de trabajo» para obtener datos de tarjetas bancarias que luego usaban para sacar dinero de cajeros o comprar «bitcoins».

La operación «Pluto», aún en marcha, se ha llevado por ahora a cabo en las provincias de Valencia, Alicante y Barcelona pero hay «numerosas víctimas» del fraude por toda España que pueden haber sufrido un fraude de entre 300 y 4.000 euros, según informa la Policía.

Los miembros de la organización delictiva se desplazaban desde Francia hasta España para cometer los delitos, permanecían unos días en València y regresaban para evitar ser detectados.

Los arrestados se habían trasladado desde Francia para cometer los fraudes y en la vivienda donde se alojaban en València los policías localizaron una completa de «estación de trabajo» -formada por diversos equipos informáticos, monitores, equipos inalámbricos, dispositivos de enmascaramiento de la señal obtenida de la red y 29 teléfonos móviles- a pleno rendimiento, desde donde el experto informático que lideraba la organización realizaba el «phishing».

Las investigaciones comenzaron en julio, cuando se registraron múltiples denuncias de fraude bancario en diversas comisarías del territorio nacional. Clientes de un banco denunciaron haber sufrido «phishing» y, posteriormente, un uso fraudulento de sus tarjetas de crédito mediante la extracción de dinero de cajeros automáticos, compra de «bitcoins» y de productos de diversa índole.

Se averiguó que una organización criminal obtenía los datos de las tarjetas bancarias de los clientes de esta entidad para, posteriormente, «enrutarlos» a monederos virtuales y, mediante el uso de un teléfono móvil, operar con ellas sin necesidad de tenerlas físicamente.

Todo esto lo conseguían mediante el envío masivo de correos electrónicos a potenciales clientes del banco, el uso de software malicioso y diversas técnicas de ingeniería social. El fraude se efectuaba desde las provincias de Alicante, Barcelona y Valencia, aunque las víctimas se encontraban en cualquier punto del país. Los agentes detectaron a uno de los implicados a su paso por la ciudad de Alicante y luego se identificó a otros dos. Los tres fueron apresados al salir de una casa en València.