Entre los años 2009 y 2014, la urbanización Bonalba de Mutxamel sufrió una oleada de robos que puso en pie de guerra a los vecinos. Uno de ellos, que fue víctima de varios asaltos al guardar en su casa una colección de obras de arte, tuvo acceso a los atestados de la investigación y que incorporó a la documentación para tramitar la reclamación del seguro. Pero la compañía cuestionó la autenticidad de los robos denunciados por este vecino.
Hasta el punto de que con el informe de un detective privado llegó a sentarle en el banquillo por un delito de denuncia falsa, del que salió absuelto en la Audiencia Provincial. Dicho informe le acusaba también de estar conchabado con un agente de la Guardia Civil de Sant Joan del equipo territorial de investigación de Policía Judicial del acuartelamiento y que le habría filtrado esos atestados. Seis años después del inicio del proceso, la Audiencia de Alicante ha absuelto al funcionario acusado de estas filtraciones. En el juicio, los testigos señalaron a otro agente de la Guardia Civil como la persona que les dio la documentación. Esos papeles se utilizaron para documentar las reclamaciones judiciales por los robos.
En el informe presentado por la compañía de seguros se deslizaba que entre el vecino y el agente acusado había una especial amistad, motivo por el que se abrió una investigación interna. La Benemérita investigó si el vecino entregó 3.000 euros al agente, pero las pesquisas arrojaron lo contrario: que fue el funcionario quien pagó esa cantidad al vecino por la compra de un equipo informático.
El fallo de la Sección Segunda de la Audiencia considera probada la filtración en el año 2014 de los atestados que se remontaban hasta 2009, pero no que el procesado fuera el autor material de las mismas. El abogado defensor Carlos Frigola ha pedido al tribunal una aclaración de sentencia con el fin de dejar constancia que la filtración existió y que fue obra de otra persona a fin de hacerlo constar en el expediente interno.
Reclamaciones
«En la investigación interna, no se citó en ningún momento a los vecinos que recibieron esas copias reservadas de la investigación. De lo contrario podrían haberlo preguntado», explicó a este diario Carlos Frigola, abogado del guardia civil acusado, que está preparando un escrito para que otro juzgado reactive la investigación al presunto autor de la filtración. Hasta cuatro testigos apuntaron a otro funcionario durante la vista oral, según se hace constar en la sentencia.
El acusado se enfrentaba a una pena de multa por un delito de revelación de secretos, aunque en el juicio la propia Fiscalía llegó a plantear que los hechos de la acusación no habían quedado probados.
El letrado anunció que iba a pedir responsabilidades a la Admnistración por el perjuicio que había supuesto para la carrera del agente estar estos seis años acusado en una causa penal. Entre ellas está la imposibilidad de haber podido ascender a sargento, la pérdida de confianza de sus compañeros y la pérdida de destino, ya que finalmente optó por marcharse del puesto. Durante este tiempo ha recibido presiones para que pidiera la baja y se jubilara, motivo por el que llegó a pedir en su día la baja psicológica.
