La Policía Judicial de la Guardia Civil tiene sospechas de que el asesinato a tiros la noche del viernes en el Albir, en l’Alfàs del Pi , de un ciudadano de origen albanés se debe a un ajuste de cuentas que podría estar relacionado con la operación por la que el pasado mes de noviembre se detuvo en esta misma zona a seis personas por presuntos delitos de falsedad documental, tráfico de droga y pertenencia a grupo criminal. Aún así, están abiertas todas las hipótesis. El suceso, adelantado por este medio, ocurrió minutos después de las 23 horas en el restaurante «The Orange Tree» de El Albir y la víctima, que tenía antecedentes policiales, falleció a escasos minutos de la medianoche tras ser tiroteado. 

Según testigos presenciales, un hombre con el rostro oculto bajo una capucha se acercó hasta el lugar donde la víctima se encontraba con su pareja, una mujer de nacionalidad inglesa, y le disparó en varias ocasiones. Los mismos testigos relataron que habría utilizado un arma corta y que tras el tiroteo se dio a la fuga. Un camarero de un restaurante cercano relató que escucharon varios disparos, que una compañera de su local trató de efectuar las primeras maniobras de auxilio al hombre que había encajado los disparos y que el encapuchado se marchó del lugar a pie.

Cuando llegaron los agentes de la Guardia Civil, la víctima yacía tendida en el suelo con los cinco impactos de bala visibles y fue trasladada en estado muy grave a un centro hospitalario pero finalmente perdió la vida. El fallecido tenía antecedentes policiales y la policía judicial baraja un ajuste de cuentas como posible móvil de asesinato. La Policía Judicial de la Guardia Civil de Altea ha asumido la investigación del crimen. El pasado noviembre, en una operación conjunta de la Policía Nacional y Guardia Civil, se detuvo en esta misma zona a seis personas por presuntos delitos de falsedad documental, tráfico de droga y pertenencia a grupo criminal. Entre los detenidos, que fueron puestos en libertad por la autoridad judicial, se encontraban ciudadanos de varias nacionalidades, una de ellas albanesa. A los detenidos se les intervinieron dos vehículos de alta gama valorados en 130.000 euros, aparatos electrónicos, tarjetas bancarias y teléfonos móviles, con un valor total de 170.000 euros.

Este crimen se produce apenas unos días después de que en una operación del Cuerpo Nacional de Policía se detuviera en Altea a varios integrantes de una red rusa acusada de blanqueo de capitales y de intentar infiltrarse en instituciones públicas. Unos de los objetivos de esta banda era la instalación de un camping para autocaravanas de lujo en Altea, a escasa distancia del lugar donde se ha cometido el crimen.