La causa del joven de 27 años asesinado de cinco disparos en noviembre de 2018 tras una discusión en el barrio Virgen del Carmen de Alicante ha llegado a la Audiencia Provincial para juzgar al acusado del crimen, otro joven que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 23 años de prisión por los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas. El acusado oficialmente no ha reconocido su culpabilidad, pese a que cuando se entregó a la Policía sí la admitió verbalmente ante un agente.

El caso será enjuiciado por un jurado popular en unos meses, aunque antes la Audiencia tiene que pronunciarse sobre una petición realizada por la defensa del acusado, el abogado Miguel Ángel Cánovas, para que se acuerde la nulidad de las intervenciones telefónicas. Según la Policía Nacional, en dichas escuchas el acusado reconoce haber cometido el crimen.

Además de la pena de cárcel, la Fiscalía pide que el procesado sea condenado a pagar 300.000 euros de indemnización a la pareja de la víctima como representante legal de los dos hijos menores de edad del fallecido, y 120.000 euros a la madre del joven asesinado.

Aunque la discusión entre la víctima y el presunto asesino fue presenciada por varias personas, el miedo a posibles represalias impidió a la Policía Nacional recabar una declaración formal para incriminar al procesado, un joven que actualmente tiene 25 años y cuenta con antecedentes. Los investigadores únicamente lograron el testimonio de un joven que aseguró haber visto cómo el ahora acusado y la víctima discutieron y le retó a una pelea. Sin embargo, este testigo no ratificó su versión cuando declaró en el juzgado de Instrucción número 4 y aseguró que no vio nada.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, los hechos ocurrieron sobre la una de la madrugada del 18 de noviembre de 2018 en la calle Senador Alberto Pérez Ferré de Alicante. El acusado José E.G., de 23 años el día de los hechos, se encontraba en dicha calle, muy próxima a su domicilio, cuando se encontró con Cristian, un joven de 27 años, e inició «una fuerte discusión por motivos desconocidos».

A continuación, «guiado por la intención de acabar con la vida de Cristian», el acusado subió a su domicilio para coger una pistola semiautomática del calibre 7,65 mm que tenía el cañón modificado y bajó apresuradamente a la calle. Se aproximó a Cristian y tras encañonarle sin que pudiera defenderse «le descerrajó un disparo debajo del esternón y mientras Cristián caía al suelo volvió a dispararle en el pecho cerca del hombro izquierdo», según la acusación del Ministerio Público.

Una vez estaba tendido en el suelo con dos tiros, aún le disparó en tres ocasiones más, dos de ellas en la cabeza y otra en la región cervical derecha, según la Fiscalía. La Policía barajó en su día un sexto disparo que no le alcanzó a la víctima.

El joven Cristian murió a causa de los disparos y su pareja, con la que ya tenía una hija, estaba embarazada en el momento de su fallecimiento.

El acusado del crimen se encuentra en prisión provisional desde el 22 de noviembre de 2018 y las pesquisas de la Unidad de Delincuencia Violenta (UDEV) de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Alicante sobre el asesinato condujeron unos meses más tarde al desmantelamiento de una trama de tráfico de drogas que operaba en la cárcel de Fontcalent, Alicante y San Vicente . Fueron detenidas once personas, entre ellas el preso acusado del crimen por vender droga presuntamente a otros internos de Fontcalent.