La Guardia Civil está tratando de recopilar las imágenes de la cámaras de seguridad tanto del punto en el que desapareció Florina G., la chica de 19 años prostituida que lleva en paradero desconocido desde hace una semana, tal como adelantó ayer INFORMACIÓN, como de la pista de Silla en sentido hacia Alicante y de la CV-33 en sentido a Torrent.

De momento, identificar el último vehículo al que se subió la chica en la tarde del viernes de la semana pasada parece la mejor baza para llegar al conductor que supuestamente mantuvo el último contacto sexual con ella.

Por ahora, los investigadores del grupo de Homicidios de la Guardia Civil de València cuentan ya con grabaciones del lugar en el que desapareció, en las que se aprecia la llegada y la partida del vehículo. Sin embargo, esas imágenes no permiten distinguir elementos identificativos suficientes como para determinar de qué vehículo concreto se trata, porque la lluvia les resta nitidez. Eso sí, es un turismo y posiblemente de color claro.

Según la cámara de seguridad, el coche entró en el Camí de la Marjal, en el entronque de la V-31 con la CV-33, en Albal, procedente de la primera vía rápida alrededor de las 17.30. Tras detenerse un momento a la altura en la que estaba la chica, justo en curva y al borde de la carretera, Florina se subió por la puerta del copiloto y el vehículo siguió viaje hacia los caminos de tierra que conducen a los campos de cultivo próximos a l’Albufera.

En ese entorno, entre campos de naranjos, hay varios puntos con evidencias de ser utilizados en esos encuentros sexuales. La cámara recoge también el momento en el que el coche se va. Ocurre apenas 15 minutos más tarde y el conductor sale a una velocidad bastante más elevada de la empleada al entrar. El vehículo se incorpora entonces en la curva y toma dirección hacia el puente sobre la V-31 que lleva a la CV-33. A partir de ese momento, pudo tomar dirección hacia Torrent por la CV-33 —lo que incluye el acceso a buena parte de los municipios de l’Horta Sud— o hacia Alicante, en cuyo caso es mucho más complicado saber a dónde se dirigía dadas las sucesivas ramificaciones de esa carretera.

El hecho de que en ese momento cayese una intensa lluvia en la zona abre la vía a la posibilidad de que la joven accediese a acompañar al desconocido a otro sitio tras renunciar a practicar sexo dentro del coche, que es lo más habitual en este tipo de prostitución callejera a la que son obligadas las mujeres objeto de trata, o que se la llevase a la fuerza. Los investigadores tampoco han descartado que la chica se fuese voluntariamente para evitar seguir siendo prostituida.

Problemas con un hombre

Florina G., de 19 años, que llevaba pocas semanas frecuentando la curva de Albal en la que fue vista por última vez, había tenido problemas con un hombre con el que había mantenido relaciones, según la denuncia por su desaparición interpuesta por una compañera de la joven, por lo que los investigadores también rastrearán esa agresión por si existiera algún nexo con su ausencia.