La Guardia Civil ha detenido a un vecino de Benitatxell de 45 años y con un amplio historial delictivo como presunto autor de casi una veintena de robos en el interior de coches, muchos de ellos después de haber asesorado a sus usuarios para acudir a playas, calas y miradores de zonas recónditas de este municipio y de Xàbia. Les acompañaba incluso a zonas recónditas para aconsejarles dónde aparcar y cuando los dueños de los coches se marchaban para disfrutar de un paseo o día de playa rompía el cristal de las ventanillas y robaba en el interior. El valor de los efectos robados, donde se incluye también la sustracción de cobre en viviendas en construcción, supera los 30.000 euros.

Las pesquisas fueron iniciadas por la Guardia Civil tras detectar un aumento de robos en el interior de vehículos estacionados en varias playas, calas y miradores. Los agentes averiguaron que el ladrón normalmente merodeaba con su coche por aparcamientos de zonas concurridas pero no aparcaba y se dedicaba a buscar su objetivo. Una vez seleccionado el coche, el ladrón esperaba a que los ocupantes se bajaran y se alejaran, momento en que se acercaba al vehículo, rompía un cristal y robaba todos los objetos de valor del interior.

Otro "modus operandi" de este ladrón era aconsejar a turistas la visita a zonas más recónditas de Benitatxell y Xàbia. En alguna ocasión llegó incluso a acompañar a las víctimas y al estar en zonas apartadas desvalijaba los coches nada más alejarse los usuarios. Dichos robos fueron cometidos con total tranquilidad al no haber trasiego de personas en la zona.

Además de sustraer objetos de valor como ordenadores portátiles, teléfonos móviles, cámaras de fotos y dinero en efectivo, si el ladrón encontraba tarjetas bancarias las usaba luego para scar dinero o pagar en comercios cercanos antes de que fueran bloqueadas por sus propietarios.

De este modo, entre objetos robados dentro de los coches y el dinero estafado con las tarjetas, el botín supera los 15.000 euros. Pero este no fue su único botín. La Guardia Civil también le ha acusado de robar cable de cobre por valor de 15.500 euros en varias viviendas en construcción, cuyo responsable denunció que había sufrido cuatro robos en apenas dos semanas.

Tras ser detenido la Guardia Civil le imputó 21 delitos contra el patrimonio, dieciséis de ellos por robo con fuerza en el interior de vehículo. El arrestado pasó a disposición judicial en Dénia y quedó en libertad con cargos.