Canarias

La madre de Yéremi: "No tengo suerte en la vida, pero soy fuerte"

Ithaisa vive otro varapalo en el caso del pequeño desaparecido, denuncia a su marido por violencia de género y sufre por tener que recluir a su hijo mayor

Ithaisa Suárez, junto al abogado Marcos García-Montes y al fondo, José Suárez, en una imagen de archivo.

Ithaisa Suárez, junto al abogado Marcos García-Montes y al fondo, José Suárez, en una imagen de archivo. / Juan Castro

Pepa Pallarés

Ithaisa Suárez, madre de Yéremi Vargas, el pequeño que desapareció hace 17 años en Vecindario, ha afrontado en pocos meses más "varapalos" si cabe en su vida, como pedir la orden de alejamiento de su marido, más frenos a la investigación o recluir a su hijo mayor por temor a las autolesiones, aunque "saldrá en un par de meses renovado". Reconoce que "no he tenido suerte en la vida, pero me ha hecho fuerte". Ya no está medicada como antes, ve las cosas "más claras" e incluso su talante es ahora positivo. "Estoy mejor con mis hijos, mis padres, amigos y mis tres perros, ah, y de hombres nada, mejor sola. Estoy cerrada" expresó con humor.

Al informe negativo del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de una nueva prueba que podría inculpar al hombre que ha sido vinculado a la desaparición del niño, hoy en prisión, Antonio Ojeda conocido como Juan El Rubio, se sumó la petición de la joven de una orden de alejamiento de su marido, Jonathan Guisado, al que denunció por violencia de género, que logró.

A estos reveses se une su preocupación por su hijo mayor Aidan, "que sufrió de primera mano todo el proceso de la desaparición de su hermano y le pasó factura" explicó. Fue la propia Ithaisa quien se vio "obligada" a pedir su incapacidad para que fuera recluido y atendido en régimen interno en un centro de menores por su tendencia a autolesionarse. "Si no lo haces, acabará mal", le dijeron.

Recurso, desde ayer

"No se por qué, pero yo sabía que iba a echar para atrás esta nueva prueba como lo han hecho con todas. No se por qué. Pero se lo dije hasta a mi madre, porque ya tardaba más de un año en responder". Se refiere al informe sobre la cianosis, una anomalía que se traduce en la coloración azul del rostro por falta de oxígeno, bien "porque no puede respirar, por ansiedad, nerviosismo o por la misma calima", dice Ithaisa. "Yo ni sabía que se llamaba así. Lo que sí se es que Yéremy, desde que nació, prematuro, sufría eso. Y de hecho, tenía un tratamiento cuando desapareció, estaba con la medicación para tratarle esos síntomas porque había mucha calima".

Su abogado ha presentado recurso contra el informe que niega que el niño sufriera cianosis

Esta prueba podría ser parte resolutiva para esclarecer el caso, considera la madre del pequeño, "porque uno de los reclusos me confesó que el principal implicado, Antonio Ojeda, le detalló que tenía gafas azules, la ropa que llevaba y que su cara estaba azul". El dato de que el niño presentaba ese tono azulado en su tez "solo lo sabía la familia", concretó la madre.

El letrado Marcos García-Montes se hizo cargo del caso de la desaparición del pequeño Yéremi cuando el Juzgado de Instrucción número de 2 de San Bartolomé de Tirajana reabriera el caso en 2021.

El martes, García-Montes dirigía un escrito al citado juzgado especificando su "absoluta disconformidad y contrariedad" con esta resolución. Alega el "retraso palmario, manifiesto y cristalino" en la respuesta de los médicos forenses y solicita la "declaración de familiares, amigos y personas vinculadas a la educación y tratamientos médicos del pequeño para manifestar que el pequeño sufría esos episodios de cianosis".

Ithaisa Suárez también manifestó que solicitó la orden de alejamiento de su marido Jonathan Guisado "porque ya no podía aguantar más su comportamiento conmigo. Era todos los días con malos tratos e insultos no solo a mi, sino a mi hijo, al que llamaba hediondo y llegó a amenazar y eso sí que no lo permito".

"Si no pedía la incapacidad de mi hijo acabaría mal; saldrá en dos meses y me da las gracias"

La denuncia fue admitida a trámite el pasado enero y el Juzgado de Instrucción número 2 de San Bartolomé le impuso orden de alejamiento y suspenderle la guardia y custodia de su hijos, entre otras. Suárez confesó que "sufrí años, y ya me lo habían advertido otras novias suyas. Todo esto me llevó a pedirle el divorcio desde octubre pasado, pero no sirvió".

Relató que a pesar de lo que ha vuelto a revivir en estos meses y tras "los golpes que me ha dado la vida" se encuentra bien. No olvida el "dolor" que le supuso como madre solicitar hace unos años la incapacidad de su hijo Aidan para recluirlo. "Se tragó todo lo de Yéremy desde niño y ese cúmulo lo ha llevado a hacerse daño. Los psicólogos me llegaron a decir que si no lo hacía acabaría peor. Ya en el centro conocí a otras madres con el mismo problema y lo entendí. Ahora está bien. Sale en dos meses y me ha dado las gracias por haberlo hecho. Además, ha hecho cursos y quiere trabajar".

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