Un sexagenario ha sido condenado a dos años de cárcel por abusar sexualmente de una menor que acudía a su domicilio, en la ciudad de Alicante, para recibir clases de pintura, según una sentencia dictada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, informa Efe.

De acuerdo con la resolución judicial, los abusos se produjeron a partir del verano de 2020. La víctima, de 13 años en ese momento, se desplazaba todas las mañanas hasta la residencia del procesado para aprender a pintar.

El acusado, de 68 años, aprovechaba que la niña se encontraba sola en el aula, antes del inicio de la clase, para darle abrazos por la espalda y acariciarla en los brazos y en las piernas. En ocasiones, también le practicaba tocamientos en los pechos por encima de la camiseta e, incluso, por debajo de la ropa y del sujetador.

Esos episodios se intensificaron tras ese verano. Según la sentencia, el procesado aseguraba a la menor que era la única con la que actuaba de ese modo y le preguntaba si le gustaba que la tocase, a lo que la víctima no respondía por miedo.

La Fiscalía demandaba inicialmente para el procesado la pena de cuatro años y seis meses de prisión, mientras que la acusación particular, ejercida por la familia de la víctima, planteaba que se le impusiese una condena de tres años y medio. Por su parte, la defensa solicitaba su libre absolución.

No obstante, en el acto del juicio, el acusado modificó su posición para acabar reconociendo los hechos. Así, asumió la solicitud de pena modificada por la Fiscalía, a la que se adhirió la acusación particular, de dos años de privación de libertad.

La asunción de los abusos se produjo después de haber depositado 12.000 euros en concepto de indemnización para cubrir posibles responsabilidades civiles.

El tribunal impone al procesado los dos años de cárcel ya citados, tras aplicar las atenuantes de confesión tardía y de reparación del daño, que quedan en suspenso por un plazo de cuatro años con la condición de que no vuelva a delinquir.

Además, el fallo le añade otros cinco años de libertad vigilada y la imposibilidad de acercarse o de comunicarse con la víctima por el mismo periodo.